El sentido del olfato es uno de los sentidos más primarios, de hecho está en conexión directa con el cerebro.
La capacidad de evocación del olfato es extraordinaria. Un olor puede arrastrar una gran cantidad de imágenes y vivencias consigo de forma inmediata.
No puedo decir que no utilizamos el sentido del olfato pero lo usamos poco.
El sentido del olfato lo tenemos como un sentido menor. Es cierto que si lo perdemos no nos afectará tanto como perder la vista o el oído pues, para nuestra comunicación con el entorno, actualmente, son más importantes, pero es un magnífico perceptor de sensaciones.
Se puede oler y olfatear. Como en los demás sentidos en que podemos ver o mirar, oír o escuchar, etc. también con el olfato podemos oler u olfatear. Oler es pasivo se huele aun sin querer pero, olfatear, es un acto de la voluntad en el que diriges toda tu atención hacia aquel hecho, en este caso, olfatear.
Ahora vas a ejercitarlo. A descubrir y experimentar sus posibilidades perceptivas y expresivas.
Primero busca cosas que hagan olor como frutas, dentífrico, perfumes, etc.
Como en las otras experiencias tomarás dos elementos y los olerás e intentarás sentir que sonido tiene cada uno.
Luego escoge dos instrumentos como pueden ser; el piano y el violonchelo; la trompeta y las maracas, la flauta y la batería, etc., que sean contrastados entre ellos, y escoge dos elementos que huelan. Los olfateas y sientes cual de los dos instrumentos elegidos se parece más a cada perfume.
El hecho de tener que identificar por "más parecido" te obliga a concentrarte mucho en el acto de olfatear y con ello ir desarrollando tu capacidad perceptiva y expresiva que revierte en tu capacidad creativa.
Como más desarrolles tu Inteligencia Sensológica, más creativo serás en cualquier actividad que desarrolles y tu capacidad de discriminar entre distintas situaciones también se agudizará porque cada vez serás más capaz de saber qué es lo que sientes tú.