“La bondad es el principio del tacto, y el respeto por los otros es la primera condición para ver vivir” (Henti- Fréderici Amiel).
La nube de la gracia ha descendido gozosa hoy a tu vida. Te ve luminosa como el sol; te anima y te dice: sé respetuoso/a como yo lo soy con las estrellas y con el cielo.
Sin mí el cielo no te tendría contrastes ni belleza para tantos cuadros y fotografías como hacen de mí.
Esta mañana, levántate alegre de la cama. Salta de un brinco. Tócate el cuerpo para darte cuenta de que empiezas a vivir un día nuevo lleno de bondad en tu trato con los demás seres.
Sólo podrás vivir tranquilo y feliz cuando mantengas en tu alma sencilla el respeto imponentemente bello por los demás y por tui mismo.
Eres un mar son orillas; un mar al que todos se acercan para refrescarse. Nunca en ti falta de respeto. Dejas qu4 todos entren en tus aguas serenas y cálidas para sentir el abrazo de tu persona, la palabra adecuada para cada uno, el trato que cada uno se merece en el santuario de su conciencia.
Me contaba un joven que, desde el día en que dejó de decir burradas, se convirtió en una persona respetada por todos y grata para los ojos de la chicas.
Antes, sin embargo, había sido un bruto y un vulgar. Por eso se sentía rechazado y marginado en la sombra de su negritud.
Una forma de respeto consiste en la corrección amiga. ¡Qué poca gente hay dispuesta a corregirte! Te dejan pasar tus faltas inadvertidas, te ríen las gracias y, al final, te enfadas porque no eran buenas personas. Tienes razón.
¡Vive hoy feliz!
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
Libro: Momentos de paz