Cuando se inicia una discusión, salen a relucir todas las diferencias que tenemos con nuestra pareja, y en ocasiones inclusive salen a colación desacuerdos que no tienen nada que ver con la discusión original. Este antagonismo, exacerbado por el calor de una pelea, no nos permite encontrar la solución a los problemas de pareja, y produce bastante desgaste emocional.
De hecho, cuando hemos iniciado una discusión, nuestra mente ya se ha preparado para negar hasta las últimas consecuencias cualquier tipo responsabilidad que podamos tener. Se aferrara de cualquier argumento (sin importar su naturaleza) con tal de salvar sus convicciones.
Es por eso que en esta ocasión quisiera enseñarte una técnica que te permitirá iniciar una discusión desde un punto en que puedas abordar cualquier disputa con tu pareja colocándola de tu parte.
Suena imposible, pero no lo es cuando tomas en cuenta que las personas siempre defenderán sus propias autoimágenes. En nuestro cuerpo se activan una serie de mecanismos psíquicos y físicos que nos preparan para defendernos de una amenaza. Generamos stress en nosotros mismos, porque sentimos que de alguna forma, estamos en peligro si aceptamos una idea que consideramos errónea. Supongamos que estamos en una situación donde nuestra pareja nos reclama más atención. Sea que esté equivocada o no, sus palabras están cargadas de ira y resentimiento. ¿Qué podemos hacer para cambiar su estado de ánimo, y evitar victimizarnos o enfurecernos empeorando de esta forma las cosas?
El ejercicio que te propongo a continuación está enfocado a cambiar el estado mental de ambos, para que juntos encuentren una solución. Además te permitirá mostrar tu punto de vista de una forma que sea recibida de buena gana por tu pareja. Esta técnica consiste en resaltar las coincidencias.
Esto quiere decir que debes centrarte en aquellas cosas en la que ambos estén de acuerdo. No sé si conoces la película “Si señor” o “Yes man” interpretada por Jim Carrey. Si no la has visto, te recomiendo que lo hagas para que entiendas mejor este punto. En este film, Jim Carrey adopta el papel de una persona muy negativa y que no ve un rumbo claro en su vida, hasta que asiste al seminario de un señor que les dice que deben decir “si” a todo. Decir “si” es decirle “si” a la vida y que mediante esta técnica alcanzarán la felicidad. Para resumir, el hecho de haber dicho “si” constantemente permitió que cambiara su vida y estuviera receptivo a experiencias que nunca pensó vivir. Lo mismo puede sucederte a ti si consigues que tu pareja vea aquellas cosas en las que están de acuerdo. Si llevas la conversación de una forma en la que tu pareja te responda con un “si”, la agresividad y la frustración comenzaran a ceder.
Volvamos al ejemplo anterior. Supongamos que tu pareja te reclama mucha más atención, mientras que tú piensas que la atención que puedes entregar es suficiente para el tiempo que dispones realmente. ¿Por qué mejor no respondes de una manera en que tu pareja tenga que contestar positivamente o con un “si”? Podrías empezar diciendo. “Tienes razón, creo que este último tiempo no hemos compartido lo suficiente. Eso puede distanciarnos, ¿verdad?”
Lo más probable es que tu pareja conteste con un “si”. Esto tendrá un doble propósito: romperá con su actitud defensiva y estará más dispuesta a oír lo que tengas que decir para explicar tu punto de vista.
Por lo tanto, te recomiendo que practiques el enfatizar los puntos en los que ambos están de acuerdo. De esta manera conseguiremos evitar una discusión desagradable y aprenderás a crear mecanismos para resolver tus problemas de pareja y llegar a entendimientos sobre cualquier materia. Siempre es mejor prestar atención en las cosas que los unen, porque eso les permitirá enfrentar con una perspectiva común, aquellas cosas en las que no coinciden. No sólo verás que puedes solucionar tus conflictos de pareja, sino que también accederás a un nivel de intimidad con tu pareja mucho más estimulante.
Roberto Doussang