Si usted es de los que cree que no sueña sepa que, en realidad, no recuerda que lo hace. Si se nos privara de soñar, al cabo de unos días habría alteraciones mentales y emocionales. Le proponemos este ejercicio:
Primera etapa: Programar para recordar sus sueños.
Mientras medita, justamente antes de irse a dormir, diga: “Quiero recordar un sueño. Voy a recordar un sueño”. Duérmase con lápiz y papel junto a la cama. Al despertar, anote lo que recuerda. Siga practicando noche tras noche, y podrá evocar cada vez más y mejor sus sueños.
Segunda etapa: Programar para soñar soluciones.
Durante una sesión de meditación antes de ir a dormir, repase un problema que se pueda resolver por medio de información o consejos (por ejemplo, “¿qué podría hacer para obtener dinero, conseguir un trabajo o para cancelar mis deudas?”) Asegúrese de tener el auténtico deseo de solucionar ese problema. Luego prográmese con estas palabras: “Quiero tener un sueño que contenga información para resolver este problema de dinero. Voy a tener ese sueño, lo voy a recordar y lo voy a comprender”.
Tercera etapa: con la práctica logrará una mayor certeza
Si se practica con cierta regularidad, se obtendrá, cada vez, más información rica y útil de sus sueños. La interpretación que usted haga, dista de modo radical de la que haría un psicoanalista desde el enfoque freudiano. Se trata, en cambio, de auto-programarse para comprender los sueños. Confíe en sus “corazonadas” o intuiciones a la hora de asignarles un significado y tomar decisiones.
Fuente: Consultorio Esotérico.