¿Cuándo?
Esta claro el cuando, ahora es el momento adecuado para empezar a construirnos una mente feliz. El presente.
¿Para que?
Para responder a esa pregunta suelo acordarme de la siguiente frase que dice “invierte en aquello que un naufragio no te pueda arrebatar” Anónimo. Para mi es invertir en ser feliz, en tener una mente feliz.
El optimismo se refiere mucho más a la acción que al pensamiento. Es decir, los beneficios del optimismo provienen de las acciones de lo que se hace, pero hay que recordar que las acciones provienen de los pensamientos. El optimismo se caracteriza (entre otras cosas) por un sentimiento de control de la propia vida.
“Las personas optimistas tardan el doble de tiempo en tirar la toalla que los pesimistas. Y los estudios también demuestran que las personas optimistas logran más éxito en la vida y en los negocios” Elaine Fox
Las raíces del pesimismo están en el sistema del miedo, y las raíces del optimismo, en el del placer. Debemos mantener un equilibrio entre ambos; se trata de llegar a un optimismo realista. Pensar: “Hay cosas que pueden salir mal, pero yo podré superarlas”.
La buena noticia es que nuestros circuitos neuronales son los más plásticos del cerebro humano, pudiendo cambiar las formas de ver las situaciones y por tanto de afrontarlas.
¿Cómo?
1. Enfócate en el ahora
Por lo que parece, a nuestra mente le cuesta estar en el momento presente, y suelen asaltarnos pensamientos del pasado y del futuro. Tu pasado es un pensamiento de lo que te aconteció, y tu futuro es un pensamiento imaginario, y es importante pensarlos lo mas conscientemente posible.
Mark Twain dijo: "En mi vida he pasado a través de cosas terribles, algunas de las cuales sí sucedieron". En determinadas ocasiones hacemos que los problemas parezcan más grandes de lo que realmente son a causa de nuestra tendencia a tener pensamientos negativos (inconscientemente). Así que "Basta ya de terribilis".
Enfocarnos en el presente, minimiza las preocupaciones y nuestros miedos sobre lo que podría fallar, que usualmente conlleva a tener emociones y pensamientos negativos.
Las personas más felices son las que han comprendido que la vida no es más que una sucesión de momentos presentes que hay que vivir, uno tras otro.
2. Implícate en la vida.
La felicidad no depende solamente del dinero que se gana, o de los elementos materiales que tengamos, sino como elemento principal, de estar contento con lo que se hace, con lo que se va teniendo. Apreciar y darle valor a lo que tenemos (tangible e intangible). Comprometernos.
3. Usa un lenguaje positivo
Cada vez más, con más frecuencia, nos estamos quejando y/o buscando excusas.
Pero debemos recordarnos, que nuestras palabras están conformadas por nuestros pensamientos…así que… “Cuando empecemos a reemplazar nuestros pensamientos negativos por positivos, empezaremos a ver más resultados positivos” Willie Nelson
Por eso es tan importante hacer un esfuerzo en comprometernos con nosotros mismos, por crear pensamientos positivos y crear un hábito (practica diariamente, es la clave).
4. Acepta que no todo es perfecto
La felicidad no es la ausencia de problemas.
Ser positivos no significa pensar que todo es perfecto, que las situaciones son ideales y que no habrá obstáculos. Es importante aceptar que las cosas no siempre ocurrirán como las esperamos. En ciertas ocasiones nos encontraremos frente a situaciones que se escapan a nuestro control, y en vez de gastar energía con pensamientos que nos generan emociones negativas es mejor aceptar que las cosas no salieron como queríamos y analizar qué podemos hacer para cambiarlas y/o mejorarlas.
La felicidad no es una meta, es el camino, y es la actitud que tengamos al andar ese camino, es la aceptación del camino, es andarlo con espíritu aventurero y curioso,
Tadeus Golas dijo “cuando aprendas a amar el infierno estarás en el cielo”, por tanto, hagámonos el favor de vivir lo que nos toca, con aceptación, seguridad y confianza. Recuerda que con cada paso que damos en nuestro camino, éste nos aporta (aparte de confusión, dolor, tristeza..., en los momentos malos, también momentos buenos), la sabiduría y el conocimiento que necesitamos para llegar a nuestra meta.
5. Acércate a gente positiva
Tendemos a parecernos a la gente que nos rodea. Cuanto más tiempo pases con gente que tenga una actitud mental positiva, tus pensamientos y tus comportamientos serán también más positivos.
6. Se más humilde
"La humildad es fundamental para ser felices, pues sin ella todo se nos hace insuficiente e injusto con respecto a nosotros mismos, la vida se convierte en un tormento insufrible para los soberbios. Pero no es que sirva como un medio, sino que la humildad vale debido a que posee una belleza inmensa". Javier Barraca
7. Sé más agradecido. Aprecia lo que tienes. Dale valor
Sinceramente dedicarnos un poco de tiempo al día a pensar en las cosas positivas que nos han ocurrido, los pequeños logros que hemos alcanzado y las cosas (tangible e inmateriales) por las que agradecidos nos ayudará a recodar y a tener más presente todo lo bueno que tenemos y nos ayuda a mantener el enfoque positivo en cada situación.
La memoria de las personas es muy sesgada: una persona más pesimista recuerda con más facilidad lo negativo que lo positivo, de modo que si escribe las cosas no tan malas, irá descubriendo que sus días son mucho más benévolos de lo que pensaba
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