Cuando una persona tiene poco apetito sexual, algo malo ocurre, y si esta situación se mantiene durante más de dos meses puede que se trate de un inconveniente que necesite terapia. Puede sentirse culpable debido a que no quiere que su pareja piense que no le desea, y acepte a tener relaciones sexuales simplemente por complacerla…
Mientras no se pasen los dos meses, no hay motivos para preocuparse, ya que este es un problema temporal. Ten en consideración que si estás experimentando cambios y tu día a día se basa en el estrés laboral, es normal que a la hora de volver a casa no te den ganas de establecer una relación sexual.
En cambio, si el poco deseo se debe a inconvenientes en tu relación sentimental, puedes recibir terapia de pareja o visitar a un psicólogo o psiquiatra para determinar cuál es la razón del escaso apetito sexual y la manera más eficaz de solucionarlo. Eso si, no dudes en comentarle a tu pareja lo que te está sucediendo, porque si falta comunicación entre ambos difícilmente recuperes las ganas que se te esfumaron por culpa de problemas que sufres con ella.
Quizás también sea la rutina en la relación la responsable de que lo último que te apetezca sea tener sexo. Pero es fácil recuperar la llama perdida, por lo que no debes preocuparte. Haz todo lo que sea indispensable para recuperar el romance de los primeros y el deseo perdido.
Y recuerda, es importante que no te obligues a tener relaciones sexuales en el caso de que no quieras tenerlas. En lugar de sentir culpa, habla con tu pareja y encuentra las razones por las que has abandonado el apetito sexual. De esta manera, podrás recuperarlas y revivir junto con ella el amor.
http://www.google.es/reader/view/feed/http%3A%2F%2Fwww.sexologia.net%2Ffeed