La clave para distinguir los mensajes angelicales está en el efecto que producen, ya que siempre generan sensaciones de calidez en el corazón acompañadas de tranquilidad, alegría, bienestar y equilibrio.
Adicionalmente, si de “limpiar” se trata, para mantener la conexión celestial clara y libre de obstrucciones, es apropiado hacer un análisis a conciencia de cómo estás llevando tu vida. No es coherente pedir ayuda divina y al mismo tiempo acumular emociones negativas como la tristeza, la vergüenza, la desconfianza, el temor, la culpa, la envidia, la rabia, etc., ya que aparte de disminuir tu frecuencia vibratoria, opacas tu campo áurico y se bloquea la energía que fluye por tu ser.
Indiscutiblemente, un espíritu alegre y un corazón sano suelen “escuchar” mejor la sabiduría divina. Así que, desintoxica y restablece tu canal de comunicación angelical identificando y trabajando esos aspectos de tu vida que necesitan reforzarse y que podrían ser entre otros: el amor propio, la voluntad, el perdón, la tolerancia y el respeto.
Nuestros ojos no pueden ver el aire, sin embargo nadie cuestiona su existencia. Estamos tan condicionados por la razón, por el ver para creer, que aunque permanecemos rodeados de seres de luz, nos sumergimos en mares de incredulidad y desespero por querer conectarnos y recibir su guía, olvidando que tan sólo requerimos abrir el corazón y pedir su ayuda para lograrlo.
Es muy importante también aprender y entender la forma particular como los ángeles se comunican contigo. Con el tiempo, he establecido varios símbolos particulares de conexión con mis ángeles, los cuales me ratifican, por así decirlo, que voy por buen camino, que las ideas en mi mente son guiadas por la divinidad y que llevan el sello angelical. Como los seres humanos somos muy dados a la validación y en algunas ocasiones requerimos de la certeza, estas claves entre tú y tus mensajeros celestiales corroboran lo que en el fondo tú ya sabes.
Para mejorar tu conexión angelical, indudablemente debes además alinearte con tu sabiduría interior, creando balance y armonía en tu ser. Algunas sugerencias son:
Instaura un espacio angelical dentro de ti
Mantén comunicación estrecha con tus ángeles, invitándolos permanentemente a tu vida; dando tu permiso y autorización. No es sólo creer en ellos y de vez en cuando acordarte o llamarlos, únicamente cuando los necesitas. Inclúyelos en tus asuntos cotidianos, hazlos parte de tu existencia, cuéntales tus cosas, pídeles y no temas ser impertinente. Hay seres de luz más que suficientes para todos nosotros. Es su deseo siempre ayudarnos en nuestro aprendizaje.
Pide, permite y déjate ayudar
La fuerza que mueve a los ángeles, es su misma esencia: el amor incondicional. No tiene nada de malo en pedir ayuda celestial en cualquier área de nuestra vida, ya sea de tipo espiritual o material. La abundancia es nuestro derecho divino y no va en contravía de la espiritualidad. La biblia en Mateo 7:7-8 dice: “pedid y se os dará. Buscad y hallareis, llamad y os abrirán. Porque todo aquel que pide, recibe, y todo el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.
Ahora, cuando la asistencia llegue, recíbela, agradécela y bendícela. De ninguna manera la frenes con tus miedos de carencia y desmerecimiento. Convéncete de que eres absoluto merecedor de lo mejor, no te conformes con menos.
Se claro en tus peticiones
Que tus solicitudes sean concretas y concisas. Expresa tus oraciones tranquilamente, confiando en su respuesta aun cuando no tengas idea de la forma en que va a ocurrir. Además, al presentar tus pedidos al cielo, pide bendiciones y el mayor bien para todas las personas involucradas.
Mantente positivo y vigila tus pensamientos
De igual manera, decídete a hacer un cambio en tu forma de pensar. Nada ni nadie puede hacerte daño más que tus propios pensamientos. Eres capaz de comprender la ayuda de los ángeles y alcanzar todo lo que te propongas en la medida en que derrumbes la barrera que has construido y delimitado con tus propias creencias. Tú eliges si continúas con las mismas tendencias de pensamiento, las mismas reacciones de siempre o si decides dar el gran paso y transformas tu mundo desde adentro, desde la única parte en donde lo puedes hacer. Esto se manifestará en tu exterior como lo expone la ley universal: “como es adentro, es afuera”. En otras palabras: tu exterior es reflejo y espejo de tu interior.
Abre tu corazón, espera y recibe la ayuda
Habiendo aclarado que todos somos merecedores de la ayuda angelical y que estamos en igual capacidad de obtener su orientación, aguarda pacientemente porque los recursos, las bendiciones y las soluciones aparecerán de una u otra manera. Puede suceder que sean congruentes con tus deseos o puede que difieran de lo que tú esperabas. No te desilusiones, Dios sabe lo que es mejor para cada quien. Lo importante es que tú resonarás y sentirás esa sensación de “ajá” en tu interior, sabiendo que es tu respuesta y que es la correcta.
Martha Muñoz Losada