Los ángeles usan infinitas y creativas maneras para comunicarse con nosotros. Por ello debemos estar atentos no solo a nuestra voz interior, emociones y pensamientos sino a todo lo que sucede a nuestro alrededor.
Todos recibimos contacto angelical a través de cualquiera de las siguientes maneras: visión (clarividencia), oído (clariaudiencia), pensamientos (clariconocimiento) y sensaciones (clarisentimiento o clarisensibilidad). Aunque tenemos acceso a todos, por lo general uno de ellos está más desarrollado y se convierte en nuestro canal principal.
A continuación, una breve guía que te ayudará a descubrir tu sentido de comunicación angelical más fuerte. Con la práctica, puedes llegar a recibir mensajes a través los cuatro canales.
Clarividencia: o “visión clara”. Si este es tu sentido principal, eres del tipo de persona que suele ser muy “visual” es decir, que obtienes mucha información a través de imágenes. Te gusta la estética visual, sabes combinar colores, eres buen observador, tienes memoria fotográfica, recuerdas fácilmente sitios y personas por ejemplo, por la forma como estaban vestidas. Al leer un libro eres capaz de ir visualizando en tu mente las escenas con detalles como si en realidad las estuvieras viendo.
Los mensajes angelicales te pueden llegar en forma de imágenes instantáneas, en tu mente o fuera de ella, o como escenas de una película que te orientan acerca de los pasos o decisiones que debes tomar. También a través de símbolos que intuitivamente puedes interpretar; como por ejemplo, una medalla te puede significar un triunfo. Adicionalmente con estas personas los ángeles se comunican a través de secuencias de números y sueños. Aun cuando no los recuerdes al despertar, la información permanece en tu subconsciente y te ayuda de muchas maneras.
Clariaudiencia: significa “audiencia clara”. Es la habilidad para escuchar con los “oídos internos”. Este tipo de personas suelen ser muy sensibles a los sonidos y son capaces de escuchar ruidos muy suaves. Incluso pueden llegar a quejarse de “zumbidos” en el oído y hasta “rasquiña” o “tirones” en los lóbulos de las orejas. Son buenos para identificar los tonos de las personas cuando están tristes o felices sin necesidad siquiera de verlos (por ejemplo al hablar por teléfono).
Si la clariaudiencia es tu canal más fuerte, tú eres capaz de escuchar los mensajes de los ángeles ya sea “afuera” o “adentro” de tu mente. Esa vocecita interior puede parecerse a la tuya o ser diferente. Advierte además los sonidos intrínsecos en las cosas que te dicen otras personas, así como en las conversaciones, en la música (canciones), mensajes en los programas de radio y televisión, entre otros. Sabrás que son mensajes angelicales porque tu corazón resonará con amor.
Clariconocimiento: o “conocimiento claro”. A través de las ideas y los pensamientos. Esta clase de personas son muy analíticas y racionales. Saben las respuestas inmediatas a asuntos diversos, instrucciones para armar o arreglar objetos, todo sin saber cómo obtuvieron ese conocimiento. Reciben la información como en un fax mental. Pronuncian de repente palabras y frases muy sabias, dan consejos profundos y no saben de dónde los sacaron. Como las ideas les llegan muy “naturalmente” pueden dudar de su validez y procedencia.
Si crees que este es tu canal principal, confía en que muchas de tus “ideas” son respuestas inspiradas por Dios y tus ángeles a tus oraciones. Usa esta guía como tu brújula divina. Presta atención a tus ideas originales y pensamientos repetitivos. Es muy bueno llevar un diario angelical donde los registres y puedas consultar, recordar y analizar tanto los patrones como la exactitud.
Clarisentimiento o clarisensibilidad: significa “sensación clara”. Llamado más comúnmente intuición, la clarisensibilidad se manifiesta a través de sensaciones físicas, emociones y sentimientos. Este tipo de personas suelen confundir sus emociones con las del otro, al punto de llegar a sentir literalmente las de las otras personas. Como se diría popularmente, pueden “ponerse en los zapatos del otro”. La clarisensibilidad es un don que les permite conectarse con la guía divina, percibir sus propias emociones y las ajenas, tener compasión y respetar la naturaleza.
A estas personas la guía angelical les llega como corazonadas, calidez en el pecho, tensión en los músculos (principalmente en el área del estomago y el corazón), piel de gallina y cosas similares. También son capaces de percibir aromas y cambios en la presión del aire y la temperatura de los ambientes en la presencia de un ángel. La guía celestial les indica que van por buen camino cuando sienten euforia y alegría a través de todo su cuerpo.
De cualquier manera, si hay dificultad a la hora de interpretar un mensaje, tranquilamente pide a los ángeles que te lo aclaren hasta estar seguro de su comprensión. Reconoce las señales repetitivas que te envían, abre la puerta a la conexión angelical, permítete recibir la guía acerca de los cambios positivos que debes realizar en este momento de tu vida y toma acción hoy mismo.
Martha Muñoz Losada