Cuando perseguimos nuestro éxito y alcanzar nuestras metas, no debemos olvidar por el camino una Ley Universal muy importante - la Ley de dar y recibir. Las relaciones humanas siempre suponen reciprocidad: dar y recibir.
Muchas personas conocidas que han conseguido su éxito siempre lo dicen: "Solamente podemos conseguir el éxito ayudando a los demás."
Zig Ziglar, el gran experto del tema suele decir: " Podrá conseguir todo lo que quiera en la vida ayudando a los demás a conseguir lo que quieren."
A veces podemos pensar: ¿Pero qué provecho voy a sacar yo de esto? Cuando damos lo mejor de nosotros, activamos la Ley de Dar y Recibir, y por ley, debemos recibir lo mejor del Universo. Si damos lo menos posible, la vida nos dará lo menos posible. Y si damos a los demás con amor y recibimos de los demás con agradecimiento, nuestro bien nos regresará multiplicado… esa es la Ley.
Te voy a contar una historia para reflexionar y la que probablemente te ayudará a comprender mejor esa ley:
“A un hombre se le concedió en un momento de su vida la oportunidad extraordinaria de visitar el cielo y el infierno.
Primero fue al infierno y vio a una infinidad de personas sentadas ante unas largas mesas repletas de comida deliciosa. Pero todas parecían hambrientas, estaban flacas y lloraban. En seguida comprendió por qué:
Las cucharas y los tenedores eran más largos que sus brazos y no podían llevarse la comida a la boca.
Luego fue al cielo y encontró la misma situación: gente sentada ante unas mesas llenas de buena comida y con los mismos cubiertos, más largos que sus brazos.
Pero, en este caso, todos estaban alegres y bien alimentados.
No intentaban alimentarse a sí mismos: se alimentaban los unos a los otros.”
“Toda relación es una relación de dar y recibir. Cuanto más demos más recibiremos, porque mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida. En realidad, todo lo que tiene valor en nuestra vida, se multiplica únicamente cuando es dado.
Al dar y al recibir, lo más importante es la intención. La intención siempre debe crear felicidad para quien da y para quien recibe, porque la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia. El acto de dar debe ser alegre - la actitud mental debe ser tal que se sienta alegría en el acto mismo de dar. De esta manera la energía que hay en el momento de dar aumenta muchas más veces.
En realidad, practicar la ley de dar es muy sencillo: si deseamos la alegría démosles la alegría a otros; si deseamos amor aprendamos a dar amor; si deseamos atención y aprecio aprendamos a prestar atención y a apreciar a los demás; si deseamos riqueza material, ayudemos a otros a conseguir esa riqueza.
“Si deseamos a recibir beneficio de todas las cosas buenas de la vida, aprendamos a desearle en silencio a todo el mundo todas las cosas buenas de la vida.” Deepak Chopra.
http://cadenaactivagdi.blogspot.com.ar/2009/04/ayudar-los-demas-para-conseguir-el.html