Otro tipo de emociones que nos acompañan siempre en la vida, son las relacionadas con el elemento agua, las reacciones que producen van desde un miedo leve hasta una fobia que paraliza psicológicamente a quien la está sufriendo.
El agua en su aspecto simbólico normalmente representa la vida afectiva, aquí en este estudio se le identifica con el miedo, el temor, la fobia y la cobardía.
Este tipo de reacciones emotivas paralizan la afectividad humana, limitan grandemente el desarrollo personal, hacen que el individuo se reprima de experimentar, de vivir plenamente, puesto que por temor no se atreve a realizar determinados actos, que en un momento dado desea hacer.
Una de las respuestas básicas de la supervivencia tanto a nivel animal como humano, es la búsqueda del placer, del bienestar y el alejamiento del dolor.
Precisamente por rehuir un posible dolor, nos detenemos y no logramos hacer lo que deseamos, la persona se inhibe por miedo ante una amenaza de peligro o de malestar, que puede de alguna manera dañar su ser.
El miedo es una respuesta instintiva, que surge de la mente subconsciente, funciona en relación con la supervivencia básica; sus reacciones no siendo racionales, no responden a los parámetros normales de la mente consciente. Es por ello que alguien aun cuando no quiere tener miedo conscientemente, su subconsciente en forma natural le está mandando esa reacción de temor ante cierta situación, que de alguna manera puede afectar su bienestar personal.
Es muy común observar en psicoterapia que algunos pacientes dicen: "Yo sé que no debo tener miedo ante esta situación, lo entiendo perfectamente, sin embargo no puedo quitarme esta sensación de temor que me impide avanzar en mi vida personal." Y agregan: "¿Porqué siento este miedo, si yo no quiero tenerlo?" La respuesta es que el temor no se genera en la mente consciente y racional, sino en el nivel subconsciente, que no razona, sino solamente reacciona ante estímulos exteriores.
Los temores aparecen desde el nacimiento o de la etapa prenatal, como una respuesta orgánica ante el impacto del mundo exterior, ahí se generan los primeros miedos instintivos del bebé recién nacido. De ahí en adelante en el crecimiento del niño se van a suscitar una serie de experiencias traumáticas que irán marcando su forma de ser, ante el mundo y la sociedad humana.
¿Quién de pequeño no se asustó alguna vez?, por una tormenta, por un ruido extraño, al oír alguna historia de fantasmas en una noche de luna, o quizá cuando un perro nos ladró y nos persiguió, o cuando se estuvo a punto de sufrir algún accidente, o ante una enfermedad, en fin, mil maneras de sufrir un susto fuerte, de esos que se quedan grabados en la mente subconsciente.
Voy a relatar una historia para ilustrar de qué manera la mente subconsciente graba las impresiones de temor:
En una ocasión un pequeño gato caminaba tranquilamente por la banqueta de una calle, iba percibiendo todo cuanto sucedía en ese lugar y en ese momento, de pronto aparece un perro que sale de improviso de una casa, atacando ferozmente al indefenso gatito, alcanzando a morderlo en una de sus extremidades, al tiempo que ladraba y trataba de destrozar a su víctima, el gato logra escaparse y trepándose a una barda se aleja de ese lugar tan peligroso para su supervivencia.
Un gran temor se apodera del animal, que poco a poco y conforme se siente más seguro, vuelve a estabilizarse en sus reacciones emotivas básicas, hasta que aparentemente se olvida del asunto, cuando han pasado ya varios días de aquella desagradable experiencia.
Pasa el tiempo, nuevamente nuestro personaje camina parsimoniosamente por una banqueta de otra calle, que se parece mucho al lugar aquél donde sufrió el ataque del perro furioso.
Camina tranquilamente cuando de pronto escucha como un ruido en el barandal de una casa, siente un temor inmenso, acompañado de un dolor en la zona que anteriormente había sido mordida por el perro, y sale corriendo de aquel lugar peligroso para su supervivencia....sólo que ahora no hay ningún perro, ni otro posible peligro para su vida, su mente instintiva, que es semejante al nivel subconsciente de la mente humana en este aspecto, está reaccionando como si realmente existiera ese peligro.
La mente subconsciente tiene la capacidad de relacionar las percepciones de las experiencias vividas de acuerdo a semejanzas, de tal manera que dos situaciones que se asemejen, aún cuando no sean exactamente iguales, son para este nivel mental consideradas en forma similar, produciendo reacciones parecidas ante dichas experiencias, no importando incluso que se estén dando en épocas muy distantes, el factor tiempo se mide de manera diferente en este nivel de la mente.
Es por ello que miedos grabados en la niñez pueden aparecer en la adolescencia o en la edad madura, sin que la persona sepa porqué ahora está experimentando ese temor.
También suele pasar que alguien que está acostumbrado a realizar determinada acción, de pronto comienza a sentir miedo cuando tiene que enfrentarse a esa situación conocida.
Como en todos los casos de desajustes psicológicos, cuando por nosotros mismos no podemos salir de un conflicto, es mejor buscar ayuda profesional, de esta manera, podremos encontrar más rápido la solución a nuestro problema.
Hay un aspecto positivo en el temor, cuando se manifiesta en forma leve y controlada, le llamamos precaución. Ser precavidos es una virtud que nos ayuda a enfrentar los posibles riesgos, de una manera más inteligente.
Saber medir el peligro en todos los aspectos, puede ser una gran ayuda para alcanzar el éxito en lo que emprendemos. Muchos errores se podrían evitar si no se actuara tan precipitadamente, si se pensaran mejor las cosas, cuando actuamos con serenidad y juicio todo es mejor.
Simbólicamente cuando la fuerza del agua se desata, es muy difícil poderla detener o controlar, así sucede con estas emociones negativas que estamos estudiando en este módulo, si llegan a tomar fuerza, la persona que las está experimentando siente que no puede controlar sus miedos, tal parece que es algo imposible de realizar.
Sin embargo, cuando se les enfrenta con valor, inteligencia y decisión, se destruyen esos temores, cual si fueran fantasmas inexistentes que estuvieran atormentando a su víctima. De esta forma es posible enfrentarnos a nuestros miedos y triunfar sobre ellos.
No siempre es posible enfrascarnos en una lucha directa contra nuestros temores, por lo que debemos prepararnos gradualmente, es decir, es mucho mejor ir avanzando poco a poco para ir conquistando nuestra naturaleza inferior.
Lo más importante es perseverar con paciencia, lo cual nos ayudará en nuestro proceso de superación personal, para alcanzar nuestra meta la liberación de los miedos del subconsciente que en mayor o menor medida todos tenemos, o hemos tenido.
Conviene que hagas una lista de tus miedos y los ubiques si son del pasado, del presente o del posible futuro, para aprender a enfrentarlos y salir victorioso de ellos.