Para lograr una relajación completa debemos relajarnos, como lo dice el término, totalmente, y eso comprende nuestro físico, nuestras emociones, nuestros archivos de causa y efectos (Karma) y nuestros pensamientos (mente).
1. Nuestro Cuerpo Físico.
Somos, de la cabeza a los pies, una red extraordinaria de células nerviosas, que a la menor reacción negativa, ponen al cuerpo tenso, en una o algunas áreas del mismo.
La suma de tensiones hace que el cuerpo llegue a engarrotarse ("trabarse") y, entonces, no funciona correctamente o tiene que sufrir para hacerlo. El engarrotamiento produce la falta de libertad, en las áreas en donde se produce, lo que podríamos denominar "nudos". Si estos "nudos" se asientan en algún órgano, llegan a dañarlo, si el angarrotamiento es prolongado, vemos, entonces, que se muere por derrame cerebral, ataque cardíaco, neumonía, del hígado, etc
Nuestro planeta está lleno de virus, pero ellos no pueden dañarnos cuando mantenemos nuestros cuerpos relajados, sin tensión, en armonía. En consecuencia, tensión es igual a enfermedad o muerte.
El cuerpo físico es tan denso que sus vibraciones son lentas, lo que nos permite verlo. Está conformado por un sistema nervioso, un sistema circulatorio, un sistema óseo, un sistema respiratorio, un sistema digestivo, un sistema endocrino, un sistema epitelial y un sistema excretor.
Es el sistema nervioso el que toma mayor relevancia en nuestra técnica de relajación, por ser éste el que afecta, de manera directa, la relajación o no del ser humano, aunque cualquier desbalance que se de en alguno de los otros sistemas repercute en la inestabilidad de aquel.
Por ser el más denso, el cuerpo físico nos exigirá que su recorrido sea el más lento y con mayores detalles, aunque no nos centraremos en ningún sistema en especial, así, por ejemplo, haremos hincapié en los intestinos (excretor), corazón (circulatorio), columna vertebral (óseo), los pulmones (respiratorio), estómago (digestivo), hígado (endocrino), el rostro (epitelial), etc.
Nota: Si siente algún estremecimiento, cuando llega a un área específica, no se turbe, eso es producto de la tensión acumulada en dicho punto. Debe, entonces, enfocar su atención en dicho punto hasta que no sienta más tensión ni estremecimiento.
Autor: Francisco Doria