Cambié de rumbo por que así lo pidió el tiempo,
nuevos sentimientos me entrecortaban el aliento.
Cambié de rumbo porque me lo pidió el cuerpo,
por tanto andar por este mundo siempre al compás del llanto.
Cambié de rumbo por plasmar de nuevo vida,
dejar de lado la caída y volar un nuevo día.
Cambié de rumbo por un nuevo mañana,
por seguir siendo yo mismo, crear imperios de la nada.
Cambié de rumbo, y vi como en un instante,
mi sonar, antes trovado, hoy de nuevo recitaba arte.
Cambié de rumbo quizás por la tristeza,
que me restó entereza para afrontar la vida entera.
Cambié de rumbo y tiré lo que sobraba,
confiaba en este sol que me dijo: habrá mañana.
Cambié de rumbo y todo cogió color de nuevo,
mis versos se calmaron dando paso al reconocimiento.
Y el conocimiento abrió puertas inimaginables,
la paciencia, fue mi ciencia, creé escudos impenetrables.
Vi en la inercia coincidencias, como aquellos animales.
Decidí cambiar de rumbo, dejar que mis poemas hablen.
Di ritmo al silencio que vagaba en el suburbio,
que fue mi corazón, tan inútil y tan sucio,
manchado con los tintes de un pasado que no lució.
Congelado y frío, cambiar de rumbo decidió.
Para todos los que en algún momento se sintieron demasiado suyos.
Para todos los que ven en la ilusión un arma de doble filo.
Para todos los que creen que podrán cambiar su mundo,
para todos nosotros; juntos, cambiemos el rumbo.
http://www.eldiariodelperdido.com/2011/05/cambiando-de-rumbo.html