Venus es el segundo planeta del Sistema Solar en orden de distancia desde el Sol. Recibe su nombre en honor a la diosa romana del amor Venus. Se trata de un planeta de tipo terrestre o telúrico, llamado con frecuencia el planeta hermano de la Tierra, ya que ambos son similares en cuanto a tamaño, masa y composición. La órbita de Venus es una elipse prácticamente circular, con una excentricidad de menos del 1%.
Al hallarse Venus más cercano al Sol que la Tierra siempre se puede encontrar, aproximadamente, en la misma dirección del Sol, por lo que desde la Tierra se puede ver al amanecer o después del crepúsculo. A pesar de ello, cuando Venus es más brillante puede ser visto durante el día, siendo uno de los tres únicos cuerpos celestes que pueden ser vistos tanto de día como de noche. Venus es normalmente conocida como la estrella de la mañana o Lucero del Alba, también la estrella de la tarde y, cuando es visible en el cielo nocturno, es el objeto más brillante del firmamento, aparte de la Luna. En los tiempos prehistóricos ya fue observado. Sus movimientos en el cielo eran conocidos por la mayoría de las antiguas civilizaciones, logrando importancia en casi todas las interpretaciones astrológicas del movimiento planetario. En particular, la civilización maya elaboró un calendario religioso basado en los ciclos de Venus. El símbolo del planeta Venus es una representación estilizada del espejo de la diosa Venus, un círculo con una pequeña cruz debajo, utilizado también para denotar el sexo femenino.
En la mitología romana Venus era la diosa del amor. Afrodita para los griegos, hija de Júpiter y de Dione, según algunas leyendas o de la espuma del mar según otras. Como diosa del amor y la belleza tenía la perfección de su figura y la pureza de sus características, ella añadía un ademán inocente. En su dulce cara poseía una sonrisa.
En la astrología, Venus simboliza todo lo bello y deseable. Su posición en la carta astral nos revela algo sobre nuestra necesidad de armonía, nuestra vida amorosa y nuestra capacidad de devoción. También las bellas artes y el canto, así como nuestro sentido de la estética, se relacionan con Venus, que representa el poder del hombre de dar, gracias a sus sentimientos, un valor y un sentido esencial a sus experiencias