Introducción:
“La Gran Invocación pertenece a la Humanidad toda
y se dirige directamente a la Mente y Corazón del Uno,
en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser”
La interpretación de esta frase permite afirmar que este Uno es nuestro Logos Planetario, quien según enseña la tradición esotérica desde hace miles de años se encuentra atravesando la crisis que lo conducirá a cierta Iniciación Cósmica. Este evento requiere ciertos reajustes dentro de Su cuerpo de manifestación y más específicamente en Su 3º Centro, denominado también Laríngeo, es decir la Humanidad. En respuesta a esta necesidad es que ha sido dada La Gran Invocación, para que llegue a este Centro una mayor cantidad de Luz, Amor y Poder.
Tercera estrofa: Vulcano y el camino del Poder:
“Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,”
Creemos que aquí el centro (que no es un punto, lo cual sugiere que la percepción humana de la Voluntad aún es difusa) se encuentra en la Constelación de Tauro, cuya energía transmuta la aspiración en Voluntad espiritual. El regente jerárquico del signo es Vulcano, y a través de él se conocería la Voluntad de Dios. Eso se refuerza si tenemos en cuenta que en cierto nivel de la evolución humana Vulcano rige al centro coronario.
“Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres;”
El Propósito no “afluye” a los hombres, posiblemente porque la humanidad aún no puede recibir el impacto del 1º rayo directamente, por lo que su acción es aún subjetiva, inconsciente o incontrolable.
Aquí Vulcano, una vez que permitió captar la Voluntad, la “suspende sintéticamente” y permite que el 1º rayo guíe a las voluntades humanas no armonizadas con la Gran Voluntad.
“El propósito que los Maestros conocen y sirven”.
El propósito no “desciende a la Tierra”, y si analizamos la Constelación vemos que Vulcano sólo llega al nivel esotérico pero no al exotérico. Eso nos hace pensar que el Propósito en toda su pureza e imperatividad aún no es conocido por la humanidad sino sólo por los Maestros, quienes lo “sirven”. ¿Será esto un augurio de que algún día el Camino del Poder se complete con el cambio de Mercurio por Vulcano como regente en Virgo, el signo del “servicio”?. No lo sabemos, y por ahora el triángulo sería como sigue:
Poder: Tauro
Vulcano en Tauro (jerárquico) – Vulcano en Tauro (esotérico) – Maestros ocultos (custodios temporarios del Propósito)