Si el Sol del hombre está en trígono o sextil con la Luna de la mujer, existe cooperación sin competitividad. Un verdadero sentido del compañerismo se puede manifestar en muchos niveles, ya que cada individuo posee los ingredientes necesarios para equilibrar al otro.
Cuando es el Sol de la mujer el que está en trígono o sextil con la Luna del hombre, la mujer puede expresarse con facilidad en la relación. Ella tiende a dirigir la relación, pero al hombre le resulta muy fácil cooperar, ya que confía en ella en cuanto a consejos y sabiduría, y la ve como la luz en la que él mismo se refleja.