Si el Sol del hombre está en cuadratura con la Luna de la mujer (por ejemplo, Sol en Acuario de él con la Luna en Escorpio de ella), hay dificultades, ya que cada miembro de la pareja se esfuerza por alcanzar su propia identidad instintiva. Ambos pueden desear el mismo objetivo, pero debido a condicionamientos del pasado, cada uno tiene una idea diferente de cómo llegar a él. El hombre debe superar recuerdos inconscientes de su madre; la mujer debe dejar de someterse a su propio concepto inconsciente de su padre. Si esto se consigue, la relación puede funcionar en beneficio de ambos. Se trata de dejar de buscar a los padres para encontrarse con la pareja de una vez por todas.
Si es el Sol de la mujer el que está en cuadratura con la Luna del hombre, existen dificultades en la percepción y la perspicacia, es decir, se malinterpretan los puntos de vista, sentimientos y principios, ya que cada individuo libra una batalla interna relacionada con la experiencia sexual. La mujer puede dudar de su feminidad y el hombre puede dudar de su masculinidad. Este problema personal coloreará la relación, bloqueando objetivos incluso más importantes, hasta que cada individuo aprenda a dejar de poner a prueba al otro.