Cuando el Sol del hombre se encuentra en trígono o sextil con el Júpiter de ella, hay filosofías compatibles y una visión de la vida generalmente cooperativa. Ambos miembros de la pareja piensan que la verdad y la comprensión son importantes. La mujer se siente orgullosa de su relación y esa sensación incrementa su deseo de entregar amor. Este aspecto astrológico aumenta la suerte, la fortuna y la brillantez de la relación.
Si es el Sol de la mujer el que se halla en trígono o sextil con el Júpiter de él, la relación se verá acompañada de sabiduría y previsión. Hay un interés por la expansión y los viajes. Debido al espíritu activo del hombre, la mujer tiene la sensación de se está cumpliendo su potencial para la vida. El hombre puede conducir a su compañera por medio de la verdad, lo que engendra el respeto y la confianza mutuos. En este aspecto hay un elemento de suerte o impredicibilidad, lo que puede conducir al juego, la dispersión (particularmente en las inversiones) y una necesidad básica de libertad personal. En último término, estos intereses pueden actuar positivamente como factores capaces de de crear una relación expansiva.