Una vez bien limpios los cristales hay que recargarlos con una energía natural y positiva que potencie todas sus cualidades al máximo. Para ello puedes utilizar también tres sencillos métodos:
Con la luz solar: la luz solar suele ser las más utilizada para recargar los cristales. Para ello, debes poner a exposición directa de los rayos solares el cristal. La ventaja de la luz solar es que tarda menos en cargarlos. Sigue tu intuición para determinar cuánto tiempo de sol necesita. La mayoría de las veces sólo necesita un día.
Con la luz lunar: la luz lunar también es muy efectiva, sin embargo es más débil. A pesar de todo es muy utilizada especialmente en cristales con energías más femeninas e intuitivas como la "piedra de luna". Pon el cristal a exposición directa de los rayos de luz lunares. Se suele necesitar como mínimo tres días.
Con la energía de la tierra: como hemos explicado antes, puedes cargar el cristal si lo entierras en tierra natural, sin alterar, durante más de siete días. En ese caso obtendrás una energía más firme y sólida, ideal para piedras como la "hematite"