El proceso más radical y eficiente de limpieza es la inmersión de los cristales en agua con sal gorda, sal marina o en el mismo agua del mar. La sal es el más fuerte agente purificador de energías. Su acción retira todas las energías negativas... y también ¡las positivas!.
Hay que usar la sal solo en los cristales extremadamente cargados de energía negativa o en limpiezas periódicas, semestrales o anuales. Además de descargar totalmente el cristal, la sal, en muchos casos, corroe las gemas más sensibles.
Para quien se está iniciando en los misterios de los cristales, recomiendo dejarlos sumergidos en agua salada durante una noche o, como máximo, un día, y a continuación lavarlos muy bien en agua corriente. Haga eso con los cristales que acaba de adquirir o le han regalado (excepto si hubieran sido previamente energizados por la persona que se los dio), e incluso con aquellos que le acompañaran en momentos críticos de tensión, depresión enfermedad, o que hayan sido tocados por personas negativas. De un modo general, el lavado en agua corriente es suficiente como método de limpieza para los cristales. Después del uso, o periódicamente, se frotan bien con las manos, debajo del agua, hasta que sienta que están totalmente limpios de cualquier acumulación energética. A veces, también, se colocan en un recipiente con agua caliente. El agua caliente es muy eficaz para la limpieza de las «grasas» energéticas, sin embargo no substituye el lavado manual.
Siempre que usemos un cristal en alguien o en nosotros mismos para armonizar un chackra o aliviar un dolor de cabeza, ese cristal debe ser muy bien lavado después de su uso.
Se pueden utilizar también otros métodos de limpieza, como el fuego, el incienso, la tierra, determinadas hierbas.
Energización
Energizar es alimentar un cristal con energías favorables para su mayor desempeño. En la naturaleza, los cristales se energizan espontáneamente; sin embargo, dentro de ambientes cerrados, en constante contacto con nosotros y con nuestros problemas, muchas de sus energías se desvanecen en el intento de armonizar el ambiente y nuestros corazones. Por eso es necesaria una realimentación energética periódica para que un cristal permanezca saludable, irradiando luz y belleza, velando por todos nosotros. Energizamos los cristales siempre después de su limpieza. Los métodos más conocidos de energización son:
• El agua dulce
Además de limpiar, el agua dulce es un fantástico energizador de los cristales, sobre todo las aguas de una cascada, de un río o de lluvia. Quien no pudiera llevar sus cristales fuera, intente recoger y traer esas aguas hasta ellos. En el caso que no fuera posible, use agua mineral o filtrada, y si tampoco fuera posible, utilice el agua del grifo a pesar del cloro. El agua corriente energiza más, pero los cristales se pueden colocar en un recipiente de vidrio con agua y exponerlos al Sol o a la Luna Creciente o Llena durante un periodo de tres horas a un día para recomponer sus energías. Después de sacar los cristales, podemos utilizar ese agua para beber, pues estará energizada por los cristales.
• El Sol
El Sol es conocido como el principal elemento energizador de los cristales. Es así, pero con ciertas precauciones. El mejor horario para exponer los cristales al Sol es el de la mañana, en el periodo que va desde el amanecer a las 10 horas, cuando sus rayos comienzan a saturarse. Tampoco es favorable exponer constantemente al Sol los cristales de colores fríos, como el verde-azulado, al azul, el índigo, el violeta y el morado. Estos son más lunares y el exceso de Sol termina alterando su estructura química y cromática. El cuarzo blanco se vuelve más opaco cuando se expone constantemente al Sol. Las piedras de colores calientes, como la roja, la naranja, la amarilla y la verde-amarilla, quieren mucho Sol, cuanto más mejor.
En el caso de ausencia de luz solar, podemos utilizar la luz de una vela, de una lámpara fuerte o cualquier otra forma de luz o fuego, colocándola próxima a los cristales.
• La Luna
La luz lunar es extremadamente benéfica para las piedras blancas y para las de colores fríos, pero no ofrece, exactamente, el tipo de energía pedido para las piedras de colores calientes.
Las lunas favorables para la energización son la Creciente y la Llena. La Menguante puede ser usada para la limpieza y la Nueva para descanso del cristal.
• La Tierra
La tierra también limpia y energiza los cristales. Si se coloca un cristal sobre la tierra o se entierra, recibirá toda la energía necesaria para su funcionamiento y bienestar.
Los cristales se pueden poner también en un tiesto, pero, en ese caso, primero límpielos bien para que las plantas no reciban sus cargas negativas. Ahora, con el cristal limpio, notará cómo, súbitamente, las plantas comenzarán a crecer y a ponerse bellas y exuberantes.
• El incienso y las hierbas
Los inciensos elevan y purifican la vibración de los cristales. Podemos usar indistintamente los palitos o los quemadores —lo importante es que el humo envuelva los cristales. Se puede usar cualquier aroma (el sándalo es uno de los preferidos), menos ruda y alcanfor, que serán usados para la limpieza.
Respecto a las hierbas, ni siquiera es preciso describir el poder energético y curativo que de ellas emana. Podemos colocarlas alrededor de los cristales o triturarlas en un recipiente con agua, donde pondremos los cristales durante un día. Se pueden utilizar diferentes hierbas, pero lo mejor es usar hojas de boldo, romero, albahaca o eucalipto, o incluso todas juntas. Estas hierbas se encuentran fácilmente y no tienen contraindicación.
• Otros cristales
Podemos colocar los cristales para energizarlos en drusas mayores de cuarzo blanco o de otros cristales afines. Podemos también colocarlos dentro de un círculo, de un mandala compuesto por cristales blancos, permaneciendo en ambos casos de uno a tres días.
Es importante que las drusas y los cristales del mandala ya estén previamente energizados.
• La intención y el amor
La intención es el método a través del cual utilizamos la energía mental para energizar los cristales. Enviamos mentalmente o con palabras, mensajes de luz, fuerza y energía a los cristales. Durante la mentalización, tomamos un cristal entre las manos llevándolo hasta la frente y después soplamos sobre él, ofreciéndole nuestra energía vital.
El amor es simplemente el cariño y afecto con que los tratamos. Además de estas fuentes energizadoras, también se puede usar el relámpago, el trueno, los vientos y demás fuerzas de la naturaleza.