¿A QUÉ JUEGAS?
Esta pregunta, utilizada coloquialmente por la gente joven para recriminar un comportamiento, tiene más sentido del que aparenta.
Todos jugamos a comportarnos de determinadas maneras con una finalidad positiva, ya sea de forma consciente o subconsciente. Estos comportamientos, con el hábito se convierten en conductas, y si bien al llevarlas a cabo nos proporcionan cierta satisfacción o “beneficio aparente”, a la larga tienen un efecto negativo.
Esto es algo que aprendemos desde niños, como puede ser balbucear para conseguir algo. Con la edad, nos hacemos unos expertos en estos juegos y asentamos esta conductas limitantes en nuestra personalidad, hasta el punto de que estamos tan habituados a realizarlas que pensamos que “somos así”, y por tanto, ni nos planteamos modificarlas.
EJEMPLOS DE CONDUCTAS LIMITANTES
Os pondré algunos ejemplos para una mejor comprensión. Tal vez identifiquéis alguna persona que conocéis:
Silencioso/a
Esta conducta, es habitual en aquellas personas que no les gusta las discusiones, probablemente porque esto les violente.
Esa es su intención positiva: prefieren no entrar en conflicto, a expresar lo que piensan.
Este comportamiento, llevado al hábito, deriva normalmente en problemas ocasionados por la falta de comunicación, lo cual conducirá a situaciones negativas, como puede ser problemas de pareja, sumisión de un trabajador frente a su jefe, etc.
Perfeccionista
Es el comportamiento de aquellos que intentan que todo esté, no bien hecho, sino perfecto.
Su intención positiva en este caso suele ser la de satisfacer expectativas propias y/o recibir la aprobación de personas que esperan que hagamos todo con un nivel de excelencia extraordinario (familia, jefe…).
También puede ser que no tengan apenas tolerancia al fallo.
Normalmente estas personas aprendieron en su infancia a recibir elogios por hacer las cosas bien, o a temer hacer las cosas mal.
Evidentemente, este comportamiento, llevado al hábito, deriva en problemas de confianza y de gestión del tiempo, pues es tan exigente que tiene dificultades en realizar sus tareas en un tiempo razonable.
Si te identificas con esta conducta limitante, te animo a que leas esta entrada en la que te doy 1o claves para dejar de ser perfeccionista.
Victimista
Son aquellos que se quejan permanentemente por todo lo que les pasa.
Normalmente, el victimista “juega” a endosar su responsabilidad a algo o alguien, con la intención positiva de no ser responsable de las cosas negativas que ocurren en su vida o de llamar la atención compasiva de los demás.
Son desdichados por “culpa” de otros, o de la mala suerte, como si en la vida que están viviendo no tuvieran ninguna capacidad de cambiar nada.
Esto que en un principio puede funcionar como reclamo de compasión de los demás, a la larga y llevado al extremo, puede llevar a la persona a encontrarse en una situación de soledad si las personas que le rodean huyen de tal comportamiento.
Por supuesto el victimista lo aprovechará para lamentarse…
LISTA DE CONDUCTAS LIMITANTES
Existen muchos otras conductas limitantes como:
salvavidas
llevo la razón
listillo/a
temeroso/a
suspicaz
ingenuo/a
complaciente
controlador/a
Estas conductas limitantes, pueden producirse exclusivamente en situaciones o entornos determinados, como el familiar o el laboral, y de ahí que haya personas que tienen diferente humor dependiendo de con quien se relacionen.
¿CUÁLES SON LAS TUYAS?
¿Te atreves a descubrir a qué juegas tú?
Te animo a que identifiques tus conductas limitantes, y trates de cambiarlas por otras más efectivas.
Muchos pensaran: ya sí, pero es que yo soy así.
Bien, esto es sólo una excusa para no cambiar, y en tus manos está mejorar tu vida, por lo que tú decides si quieres buscar conductas más efectivas para reemplazar las que te limitan. Es cierto que es complicado: hay que modificar un hábito, y eso requiere tiempo y esfuerzo.
EJERCICIO PARA DESCUBRIR Y MODIFICAR CONDUCTAS LIMITANTES
A continuación te dejo una excelente herramienta con la que podrás trabajar este asunto (las respuestas son sólo un ejemplo de cómo afrontar las preguntas):
P: ¿A qué juegas en tu vida que te limita? (conducta limitante)
R: SILENCIOSO/A
P: ¿Cómo lo juegas?
R: No diciendo aquello que me incomoda o pienso
P: ¿Qúe beneficios obtienes?
R: Evitación de conflictos
P: ¿Qué efecto negativo te produce?
R: Al final acaba saliendo de un modo u otro, y normalmente no lo hace positivamente (genera un conflicto mayor)
P: ¿Cómo podría ser más efectivo?
R: Hablando las cosas al momento, siendo asertivo, no guardándome para mí como me siento o lo que pienso por miedo a un conflicto
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