Si bien la fuente de la juventud eterna no existe, si nos cuidamos y mantenemos una actitud positiva frente a la vida tenemos más chances de vivir más años y mejor. Y nuestros habitos diarios tienen una gran influencia sobre cómo envejecemos. Conozcan aquí cuáles son esas costumbres que deberían erradicar o moderar para mantenerse joviales por más tiempo.
¡Apaguen esas pantallas!
¿Sabían que la luz azul que irradian las pantallas de los teléfonos móviles y del ordenador aceleran el envejecimiento de la piel? Así es; frenan la descomposición del colágeno y eso se lee en nuevas arrugas y manchas en la piel.
Además, la postura física que adoptamos cuando trabajamos con la computadora o enviamos un Whastapp puede llegar a ser un problema en un futuro no muy lejano. Es lo que se conoce como Texting Neck; en lugar de tener la columna y el cuello erguidos, quienes padecen este trastorno adoptan una postura encorvada que acarrea dolores de cabeza, cuello, hombros, pecho y espalda y dificultad para respirar.
Ni hablar del trastorno de ansiedad que genera el abuso de los smartphones y esa necesidad de estar siempre conectados, chequeando el teléfono. Se lo conoce como nomofobia (no-mobile-phone phobia) y es ese miedo que sentimos cada vez que salimos de casa sin el móvil. ¿Cuántas veces se lo olvidaron y volvieron a buscarlo aunque ya se encontraran a varias cuadras de su hogar?
Pasar largas horas sentadas
¿Sabían que pasar mucho tiempo sentadas influye tanto en nuestra longevidad como fumar? Científicos de la Universidad de Montreal, Canadá, comprobaron que subir las escaleras al menos una vez al día puede alargar nuestras vidas. Así que cada vez que salgan de la estación de metro usen la escalera fija en lugar de la mecánica. Gestos tan sencillos como ese o como caminar 30 minutos todos los días no sólo ayudan a mantenernos sanos físicamente, sino a mantener el cerebro más joven por más tiempo.
Beber alcohol en exceso
El abuso de bebidas alcohólicas genera deshidratación y eso se ve reflejado en nuestra piel. Puede ser que las más jovencitas aún no lo noten, pero cuando crucen la barrera de los 30 empezarán a ver que se hace cada vez más difícil reponerse a una noche de excesos, aún así al día siguiente usen mascarillas de belleza y hagan una jornada detox. Además, evitar su ingesta ayuda a la disminución de la celulitis y de la grasa localizada.
No leer
La lectura no sólo ayuda a adquirir conocimientos, sino que es un hábito que permite que el cerebro se mantenga sano y activo por más tiempo. Sucede algo muy parecido con el aprendizaje de un idioma nuevo. Ambas son actividades que hacen trabajar a nuestro cerebro, en general, y a las funciones relacionadas con el lenguaje, en particular.
Un alto grado de disconformidad
Poder hacer lo que a uno le gusta es clave. Quienes no encuentran ni el más mínimo grado de satisfacción en su trabajo, ni se sienten realizados personalmente es probable que se sientan desganados y cansados e ingresen en un círculo vicioso del desánimo del que es muy difícil salir. Es necesario reorientar la carrera profesional o la vida personal y encaminarlas en el sentido deseado. En una sociedad en la que los mandatos se han vuelto más flexibles, hoy es más fácil dar un giro de 180 grados. ¿Qué están esperando?