Adiós a los malos hábitos mentales¿Cuales son mis patrones constantes de pensamiento?
¿Cuales son mis miedos?
¿Cuales son mis deseos, frustraciones y temores?
Vivimos constantemente preocupados de lo que sucederá, siempre enfocados en nuestros patrones de aprendizajes anteriores para poder manifestarnos en nuestra vida presente, influenciando nuestras propias percepciones.
El tema aquí es: ¿Cómo puedo actuar en el mundo sin que se impongan en mí esos patrones de conducta y pensamientos del pasado, provenientes desde nuestra más remota infancia?
Es simple, hacer consciente esta situación es el primer paso para la “desprogramación” de pensamiento repetitivo y represivo que traemos en los hombros desde hace años. No olvidemos que tenemos la capacidad de crear nuestra propia realidad y esta no tiene porque ser la de mi padre, madre, hermanos, abuelos, antepasados, etc. Cada uno posee en el mundo su propia responsabilidad de crear y co crear su destino, su felicidad o su camino.
Reprogramar la mente tiene que ver con el desafío de entender que nuestros padres nos intentaron enseñar de acuerdo con como ellos veían, sentían y experimentaban la vida de acuerdo con su propia experiencia, de acuerdo con sus propias frustraciones, deseos, limitaciones, anhelos, etc.
Ahora nos toca a nosotros, a cada uno de nosotros hacernos responsables de nuestros actos, conductas, pensamientos y que cada una de estas tendrá a su vez una gran influencia en nuestro propio destino.
Deja atrás tus limitaciones, tus inseguridades, tus miedos, estos son solo espejos, barreras que crea tu mente y solo tu mente. Los hábitos solo desaparecen cuando son suplantados por otros nuevos, que se repiten costantemente hasta que se pueden reañizar sin consumir gran parte de nuestras fuerzas o de nuestra atención.
Probablemente, una buena salud y un conocimiento rico y virtuoso del mundo pase por abrir nuestra percepción a nuevos caminos, a nuevos ángulos, a nuevos senderos; aunque estos nos den miedo y respeto, precisamente por ser desconocidos. Pero el miedo y su afrontamiento, al fin y al cabo, es solamente una cuestión de valientes.
Fuente:
http://lamenteesmaravillosa.com/programacion-ilusoria