Todo el camino hacia atrás hacia el comienzo, cuando ustedes nacieron como almas en una realidad que no conocían de antemano.
Quiero ir atrás en el tiempo al momento en que ustedes comenzaron su viaje. Su viaje a través del tiempo, a través del espacio, a través de la materia. El origen se halla en un muy largo viaje hacia atrás.
Pero el evento mismo, de ser separado del hogar, de la fuente original, del origen de todos ustedes, ese acontecimiento y la angustia que va con él, está todavía muy presente dentro de todos ustedes.
Este dolor del nacimiento yace detrás de muchos de sus sentimientos y comportamientos diarios.
Me gustaría aclarar esto con un ejemplo.
Muchos de ustedes se confrontan diariamente con una intranquilidad interior, una sensación constante de “buscar algo”. Hay una tensión interna que está relacionada con no estar completamente en el hogar con ustedes mismos: no sentirse en el hogar con su propio ser, su propia esencia.
Desde esta tensión básica interior, hay una tendencia a buscar validación exterior, reconocimiento y aceptación. Siempre es necesario algo desde afuera para tranquilizarlos. Algo que quite esa tensión y diga: ‘estás en el hogar, estás a salvo’.
Pueden imaginar cuán frecuentemente ustedes necesitan esta seguridad, porque todos ustedes pueden sentir dentro de ustedes mismos este desasosiego, esta compulsión a buscar. La inclinación a ir a algún lugar que no está en el ahora, que está fuera de ustedes y no dentro de ustedes mismos.
Me gustaría hablar acerca del origen de esta tendencia. La causa real es como el centro de una cebolla que tiene muchas capas alrededor. Las capas exteriores están formadas por ciertos eventos en su vida, que los han llevado a sentirse intranquilos, a no sentirse en el hogar dentro de ustedes mismos. En las capas más profundas hay sucesos en otros tiempos de vida que han sido traumáticos. Pero si ustedes desprenden todas las capas, ustedes descubrirán un núcleo intranquilo, un centro de añoranza que está conectado al comienzo de su viaje.
Imagínense a ustedes, antes de aventurarse en este viaje, siendo parte de un estado de unidad que era muy confortante y envolvente. Era como si estuvieran en un sueño, comparable a un cierto estado mientras duermen en el cual todo es seguro y su conciencia es muy receptiva. Ustedes permiten que todo suceda, todo es fluido. Ustedes conocen este estado en sus vidas terrestres, al menos parcialmente, como la situación en la que están cuando son un embrión en el útero.
Entonces, no hay aún una clara distinción entre adentro y afuera, hay una unidad en la experiencia y una seguridad que está fuera de cuestionamientos.
En aquél muy temprano comienzo, ustedes como almas fueron como embriones, inmersos en un estado de paz y seguridad.
En un cierto momento, vino a su conciencia una experiencia de ser separado violentamente.
Ése fue el comienzo de su nacimiento como almas individuales; almas que se enfrentarían a un maravilloso viaje de acumular experiencia.
Al principio todo fue uno. Luego vino la experiencia de ser separado, o de ser desgarrado de una antigua unidad. Y entonces hubo desorientación, hubo un estado de confusión. Una búsqueda ciega de algo, algo sobre lo que apoyarse, alguna seguridad que no había. Fue un momento de oscuridad.
De cualquier modo, así fue como ustedes lo sintieron, pero en el momento en que ustedes fueron separados y dejados libres de la fuente original y siguieron su propio camino, fue al mismo tiempo un momento de profunda creatividad.
Ustedes pueden imaginar un espacio negro vacío, el espacio donde fueron esparcidos. Allí había oscuridad, pero también había espacio para algo nuevo.
Muchos de los sentimientos que ustedes sintieron al comienzo de su viaje, los pueden encontrar en la imagen del niño perdido dentro de ustedes mismos, del cual he hablado la última vez (ver ‘El poder de tu propia conciencia’, precediendo esta canalización en el sitio web).
Esta imagen del niño perdido expresa claramente las profundas heridas internas con las cuales ustedes comenzaron su viaje. Durante este viaje, en el cual ustedes han tomado muchas formas (cuerpos), han pasado por muchas experiencias, han registrado muchas cosas, y finalmente terminaron aquí, en este planeta: la tierra.
La tierra es un lugar de grandiosa creatividad y de muchas posibilidades.
Y, a pesar de las posibilidades y de la belleza de la realidad aquí en la tierra, ustedes aún sienten añoranza. Hay un sentimiento de que algo ‘no está bien’. Como si algo estuviera perdido, algo que es esencial para sentirse bien. Lo que está perdido en sus sentimientos, es el amor básico y la seguridad emocional que es una base necesaria para que cada ser viviente crezca, florezca y sea capaz de desarrollarse en libertad.
Lo que yo quiero pedirles a ustedes es que busquen dentro de su propia conciencia la herida original que fue creada cuando dejaron el Hogar. ¿Pueden ustedes encontrar dentro de ustedes mismos el lugar físico donde se sienten ser separados desde la unidad original? Es una unidad primordial que ustedes no pueden explicar con sus mentes, pero de la cual están seguros, profundamente en su corazón, de que la han conocido.
Al volverse ustedes nuevamente hacia el dolor original de la partida desde el “Hogar”, pueden encontrar una sustancial fuerza para sanarse a ustedes mismos. Es allí, después de todo, ¡donde yace el origen de su pérdida de fuerza!
Todos ustedes aquí, los que están presentes y los que están leyendo este texto, están en el proceso de dar un paso hacia un nuevo nivel de conciencia. Un nivel donde hay una base de seguridad interior y confianza en sí mismo, a través de la cual serán posibles muchas nuevas creaciones. Ustedes serán capaces de vivir y crear desde esta nueva conciencia interior.
Pero para realmente reconocer este nuevo nivel de conciencia, es de suma importancia viajar hasta el núcleo y el origen de los bloqueos y desequilibrios que ustedes experimentan en su vida diaria.
En esta fase de su desarrollo, es tiempo no solo de mirar los dolores y traumas que han surgido en sus vidas actuales y tal vez en los tiempos de vida anteriores, sino también de dar un paso más profundo. Es necesario ahora ir hacia atrás a la escena primordial y, tan pronto como su conciencia la reconozca y la recuerde dentro de su corazón, prestarle atención al dolor dentro de ustedes mismos. Es tiempo de cuidar aquel nuevo niño cósmico que aún está vivo dentro de ustedes y no sabe hacia donde está siendo dirigido y carece de todo sentido de orientación.
Me gustaría darles un modo de conocer y de trabajar con este dolor primordial. Es importante darse cuenta de que este dolor también tiene una localización física; está ubicado en el abdomen. Éste es el asiento de las emociones y de los sentimientos asociados.
El abdomen frecuentemente es el lugar o el centro energético desde el cual ustedes establecen relaciones con otras personas. El problema que a menudo surge aquí es que en el centro de su abdomen hay un dolor que trasciende esta vida terrestre, que trasciende todos los tiempos de vida, y que sigue hacia atrás hasta su nacimiento como almas individuales. El dolor del nacimiento cósmico está en el nivel más profundo.
Sin embargo, ustedes frecuentemente tratan de aliviar este dolor cósmico individual en el nivel de las relaciones con otras personas. Específicamente en las relaciones personales profundas, donde hay intimidad con otro, frecuentemente sucede que ustedes intentan sanar su propia herida más profunda con la energía de otro.
A menudo, ustedes reconocen muy bien el dolor en el otro. Esencialmente, siempre es el mismo dolor que está basado en la pérdida de la seguridad y de la conexión primordial. El otro con frecuencia funciona como un espejo para su propio dolor. En esencia, ustedes reconocen su propio dolor en la cara del otro.
Debido a que ustedes reconocen su propio dolor en el otro, más fácilmente de lo que pueden reconocerlo en ustedes mismos, ustedes comienzan a tratar de resolver este dolor en el otro y subconscientemente ustedes esperan que su propio dolor sea reducido por la presencia (amor, reconocimiento) del otro.
Pero este juego que es con frecuencia representado en las relaciones (sexuales) hace que sea más difícil que antes sanar la herida. Esto es porque se puede desarrollar fácilmente una dependencia mutua desde este rol de juego emocional, sobre el cual ambos en la pareja crecen atados. Tan pronto como empieza a formarse la dependencia, comienzan a involucrarse aspectos de poder, que los llevarán más lejos del hogar, literalmente (del Hogar). Siempre que ustedes comiencen a inclinarse al poder, ustedes están entregando su propia fuerza. El poder y la dependencia no pueden existir uno sin el otro.
El área de las relaciones personales (íntimas) es un indicador muy importante para llegar a ser conciente del profundo dolor cósmico que todos ustedes llevan consigo.
Muy frecuentemente ustedes sienten como que necesitan la presencia de otro en su vida.
Esto trabaja desde afuera diciéndoles que esa soledad está asociada con la falta de contacto con otros y que la solución está en una relación de amor o de amistad. Pero en ésta presunción yace una gran trampa potencial.
La trampa es que ustedes están colocando la causa de su dolor fuera de ustedes mismos. El resultado es que ustedes, en el sutil rol jugado en las relaciones, comienzan a sostener que el otro es responsable de sus heridas internas: ustedes son la víctima.
Al mismo tiempo, ustedes están ejerciendo un cierto poder sobre el otro, porque ustedes conocen su dolor interno y su vulnerabilidad.
El significado espiritual del amor entre un hombre y una mujer, o en cualquier relación sexual íntima, no es: sanarse las heridas uno al otro. La belleza real de una relación de amor yace en el encuentro de dos seres completamente independientes que comparten entre ellos sus propias riquezas. Cada uno tiene sus propios puntos de vista sobre la realidad, su propia manera de experimentar las cosas. Ser capaz de compartir esto mutuamente en el nivel más profundo es una gran alegría para el alma.
Por consiguiente ¡nada del menoscabo de las relaciones íntimas!
Yo solamente quiero señalarles que a estas relaciones con frecuencia se les da un mal uso, cuando se intenta sanar una herida interior que en realidad no tiene nada que ver con la otra persona.
A veces puede ser muy difícil darse cuenta de esto en el nivel más profundo. Comprender que si ustedes se sienten terriblemente solos o abandonados o tristes, ustedes están creando esta realidad, este sentimiento para ustedes mismos. Ustedes son el creador de esta realidad interior que llaman soledad o sentimiento de abandono.
La solución real para estos sentimientos, que son muy profundos y muy viejos, se encuentra en volverse hacia ustedes mismos en lugar de volcarse hacia otro, hacia donde ustedes tienen la fuerza real a su disposición. Para todos los sentimientos de desesperación, depresión y soledad en su vida, la solución está disponible dentro de ustedes mismos en una forma energética. La solución ya está ahí, está presente en su energía. La energía de la solución puede parecer oculta, en el sentido de que ustedes necesitarán encontrar la puerta y abrirla. Pero en esencia ustedes son energía Divina que tiene todo disponible dentro de sí misma para consolar al niño perdido dentro de ustedes.
La invitación a todos ustedes, a cada alma individual, es la de impregnarse de su propia divinidad.
La tendencia a volverse dependientes de alguien más respecto a esto, es la cusa de muchos desacuerdos y esto nunca resolverá el dolor más profundo. Por esto es que es tan importante reconocer completamente la fuente real de ese dolor, darse cuenta de que yace en una dimensión espiritual que trasciende estas relaciones, este trabajo, estos padres, etcétera. Y comprender que por lo tanto la solución no se encuentra en el comportamiento de su pareja, de su madre, de su hijo, de su colega, sino pura y solamente dentro de ustedes mismos.
© Pamela Kribbe