Todo lo que fue creado a través de los tiempos y alrededor de lo cual gravita la humanidad, será disuelto. Multitudes corrieron tras de quimeras y lucharon por ellas como si tuviesen consistencia, quimeras que, con un viento más fuerte, serán reducidas a nada. Como es efímera la paz que se siente con la realización de deseos, las fuerzas de la ilusión consiguieron hacer creer a la mayoría de los seres humanos que, para encontrar la paz duradera, deberían ser satisfechos todos los deseos. La belleza pura y el orden de las expresiones divinas fue comprendida como lujo y confort. Grandes engaños… Donde se instala lo superfluo se mezclan verdad e ilusión.
Consciente de esos principios, cada ser humano debe prepararse para el gran viaje cósmico. En su mente deben prevalecer vibraciones que se sintonicen con el destino que lo aguarda. Cualquier deseo aceptado es un robo de energía, la que se necesita para tener el deseo y la que se desvía para producir los medios para concretar el deseo. Es necesario saber que hay un poder liberador que cauteriza las heridas de milenios de engaño: es un atributo de la energía divina presente en la esencia del ser.
Extraído del libro "Nuevos Oráculos" – Trigueirinho
Editorial Kier
Página 96