Ya no creemos en Dios ni en Marx … por eso tenemos famososLo bueno de ver los informativos televisivos cada día es que uno cree que está informado, lo malo de verlos cada día es que uno se acostumbra a la información y la consume como si fuera una pizza en el trabajo y la come rápido y sin pensar… pero si te paras a pensar, te dan ganas de bajarte del mundo, o de cambiarlo o de reírte de él para sobrevivir con dignidad. Vamos a reírnos un poco, por dignidad.En 1971, con 28 años, el jesuita, teólogo y profesor de la Universidad Gregoriana de Roma, José María Díez-Alegría publicó sin la censura previa obligada de la Iglesia el libro “Yo creo en la esperanza”, que en apenas unas semanas dio la vuelta al mundo. El periódico The New York Times decía: "El best seller de un jesuita español aclama a Marx y ataca a Roma". ¿Consecuencias? Díez-Alegría fue expulsado de la Universidad Gregoriana y se fue por voluntad propia a unos de los barrios más pobres de Madrid a practicar algunos de los principios de Jesucristo (dar a los pobres) combinados con algunos de los principios de Marx (quitar a los ricos).
El banquero, el sueño y la pobre
Cuentan que una vez fue un banquero a confesarse y dijo:
- Mire, padre, yo soy banquero.
Y el cura le respondió:
- ¡Mal empezamos!
Y el rico penitente se enfadó, se levantó y se fue ante el peligro de que aquel cura comunista no le diera la absolución. Pero se fue a otro cura fiel a Roma y éste sí que se la dio.
José María Díez-Alegría era ante todo un brillante pensador y escritor (por cierto, hijo de banquero) con obras tan sugerentes como, por ejemplo, “Teología en broma y en serio”, “Rebajas teológicas de otoño”, “La cara oculta del cristianismo, o“¿Se puede ser cristiano en esta Iglesia?”. En un capítulo de uno de sus libros cuenta que una vez tuvo un sueño en el que Jesús se le presentaba y le decía:
- Oye, y este Carlos Marx, del que tanto hablan escandalizados mis discípulos actuales, ¿qué me dices de él?
Entonces yo le leí algunos textos de Marx, y al acabar, Jesús me dijo:
-Mira, si ves a Carlos Marx, dale recuerdos de mi parte y dile que no está muy lejos del Reino de Dios.
En otro capítulo cuenta que un catequista de mujeres adultas en Andalucía se encontró con una joven muy pobre, casada y con varios hijos que se había ido a vivir con un viejo.
-Mujer, tienes que volver, no puedes seguir con el viejo.
-Pues claro que sí, señorito. Pero es que el viejo se va a morir en seguida, y me voy a quedar con una casita muy apañada, me traigo a mi marido y a mis hijos, y problema resuelto.
-Pero, mujer, es que eso es contra la ley de Dios.
A lo que la joven respondió con convicción:
"No, señorito, si yo con el Señor no tengo dificultad. Yo le digo al Señor: Señor, tú me perdonas a mí y yo te perdono a ti por tenerme tan pobre, y estamos en paz".
En 2001, con 90 años Díez-Alegría publicó la segunda parte de su famoso libro, esta vez con el título “Yo todavía creo en la esperanza”. Murió a los 99 años. Que yo sepa no hay ni rastro de noticias de que en la Iglesia quieran hacerlo santo o algo por estilo, pero nunca se sabe, no hay que perder nunca la esperanza, al menos para que entre en el limbo de los famosos… famosos de los que al leerlos, escucharlos o verlos actuar nos hacen pensar, dudar, reír y disfrutar un poco más de la vida. ¿No crees?
Fuente:
http://www.piensaesgratis.com/historias-para-pensar/ya-no-creemos-en-dios-ni-en-marx-por-eso-tenemos-famosos