Beneficios de los frutos secos para un cuerpo sano

Es sabido que incluir frutos secos con moderación en nuestra dieta es altamente recomendable para una vida sana. Siempre se han considerado una gran fuente de salud para el organismo, pues sus características nutricionales les convierten en alimentos esenciales en las pautas de nutrición de la dieta mediterránea. Pero ¿cuáles son concretamente los beneficios que aportan a nuestro cuerpo?
Avellanas, almendras, pistachos, nueces, piñones o cacahuetes son los principales frutos secos de nuestra dieta. Cada uno tiene sus propiedades calóricas específicas, pero, en términos generales, todos reúnen las siguentes características:
Son ricos en minerales como calcio, magnesio, fósforo, hierro, selenio, zinc o potasio, que son imprescindibles para el correcto funcionamiento de diversas funciones en nuestro cuerpo, como por ejemplo la formación de los huesos, la respiración o el aprovechamiento de la energía que nos aportan los alimentos.
Contienen vitamina E y casi todas las del grupo B, con lo que son buenos para combatir a los radicales libres que provocan el deterioro celular, aportan muchos antioxidantes, previenen el envejecimiento, protegen al corazón y a las arterias, ayudan a la absorción de las propiedades de los alimentos, entre otros aspectos.
Tienen mucha fibra alimentaria: ideal para comatir el estreñimiento y para prevenir la obesidad y la hipercolesterolemia.
Contienen ácido oleico y linoleico: se trata de grasas monoinsaturadas que reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y hepáticas.

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