Integral no es sinónimo de algo sin sabor y típico para adelgazar. La historia nos cuenta que nuestra civilización ha crecido con productos integrales como el trigo, el arroz, el maiz, la avena y el centeno y han sido fundamentales den la dieta diaria por su estado puro. Podemos conocer la manera de incorporar alimentos integrales en nuestra alimentación diaria por sus grandes beneficios y ventajas para la salud y de una manera muy fácil.
Según el diccionario, la palabra Integral significa que “está completo o es global”, es decir, que los alimentos conservan todos sus componentes. De esta manera, consideramos que todos aquellos productos alimenticios que se encuentran en estado puro, sin refinar, son “integrales”. Pero lo cierto es que los alimentos que compramos y consumimos habitualmente se elaboran a partir de cereales refinados, de los que se han extraído las partes exteriores del grano, el germen y el salvado, eliminándose en el momento de la molienda. Así, vemos que finalmente lo que consumimos es la fécula que se muele para obtener harina blanca y que ha provocado la pérdida de la mayoría de los nutrientes y beneficios que podrían aportarnos el alimento original.
Cuando los alimentos puros pasan los procesos de congelación, deshidratación, extracción o envasado, reducen casi el 80% de su valor nutritivo. Es el caso, por ejemplo, del pan blanco. Éste contiene 8 sustancias fotoquímicas, el integral sobrepasa las 800. Es una diferencia evidente y sustancial.
Sustituir alimentos refinados por integrales es una gran apuesta por mantener una salud óptima aunque ello signifique hacer un pequeño cambio en nuestro hábitos alimenticios diarios, lo cual aumentaría también la prevención de los factores de riesgo y enfermedades más comunes que tan de moda están hoy día en nuestra sociedad.
Ayudan a adelgazar
Cuando alguien se pone a régimen lo primero que hacer es consumir productos integrales porque contribuye a la pérdida de sobrepeso y grasa. Pues conviene saber que un alimento integral adelgaza pese a contener más calorías que los alimentos refinados. Sin embargo, su efecto adelgazante y reductor se debe a que produce más rápidamente la sensación de saciedad y ayuda a combatir la acumulación de grasas en los tejidos.
Fuente de fibra
La presencia de fibra en los alimentos permite al organismo asimilar mejor las calorías y de una manera más lenta y no de forma brusca, así mejor la digestión y el aprovechamiento de los nutrientes. Este efecto actúa de laxante manteniendo el tubo digestivo sano y limpio y favoreciendo la eliminación de sustancias cancerígenas o tóxicas.
Aleja enfermedades
Los granos y cereales integrales, por sus componentes nos protegen de múltiples enfermedades y dolencias comunes como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la hipertensión, el colesterol, el cáncer, etc. Gracias a un estudio realizado con 34.000 mujeres de entre 55 y 69 años, se conoce que las que toman cereales al menos un vez al día, presentan un riesgo de un 30% inferior de fallecer por una enfermedad cardíaca coronaria frente a las que no toman este tipo de alimentos.
Fácil de incluir en la dieta
No hay excusa alguna para no mantener un cuerpo sano incluyendo alimentos integrales en la dieta diaria porque consumirlos hoy día es realmente fácil. Existe una gama muy amplia de variedades culinarias integrales como el arroz, la pasta, el pan, los bizcochos, las galletas… Nada que no podamos sustituir por lo refinado.
Son tantos los beneficios de los integrales que sustituirlos provoca un importante impacto positivo en nuestra salud en general. Recuerda que apostar por los integrales es apostar por estar sano
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