La percepción de los colores es un lenguaje sensorial, es comprensible para todos.
Se trata de un lenguaje que no necesita palabras. Es el lenguaje visual.
Cada color tiene por si mismo una calidad vivencial y un significado concreto, válido para todos.
Pues a grandes razgos, desde pequeños, el mundo que nos rodea nos ha transmitido el significado de cada color en cada cosa que vemos.
Desde pequeños sabemos que los corazones son rojos, mientras que vemos los grises como protagonistas de las cosas viejas y el verde como símbolo de naturaleza.
El blanco lo conocemos como lo bueno, lo limpio, mientras que el negro representa lo malo, lo sucio.
El color transmite sentimientos, sentimientos que se generan a partir de lo que vemos. Aunque nunca nos detengamos a pensar en ello, los colores tienen un importantísimo papel en la vida de las personas.
Hablando de seducción:
La gama de los azules y sus distintos tonos, generan una sensación de tranquilidad y de sutil sensibilidad (sus símbolos, el cielo, el mar, el universo dan esa sensación de inmensidad, de pacíficos).
Y por el significado implícito que portan es que se prestan para la seducción tranquila y serena, son más bien para hacer el amor que para tener sexo, en palabras más fáciles.
Los colores más vibrantes, más brillantes e intensos como son los rojos, amarillos y violetas son estimulantes para la seducción.
El amarillo, transmite una sensación de ligereza, de libertad y revolución.
El rojo simboliza el fuego, lo caliente, la pasión, y provoca sensaciones sumamente estimulantes, actúa siempre provocando excitación. Y sobre todo cuando lo usamos las mujeres.
El violeta (que surge de la mezcla del rojo y el azul), permite generar la fusión ideal entre la pasión y la serenidad. Genera sensaciones óptimas de seducción y equilibrio.
El negro ocupa un lugar destacado en la seducción. El negro es enigmático, sugiere los deseos más ocultos del inconsciente, los deseos más ocultos, a diferencia del blanco que remite a lo no contaminado, a lo inocente.
Los colores como los marrones, beiges, cremitas poseen para todos un significado implícito de formalidad y tradicionalidad, lo cual resulta bastante poco estimulante en el área de la seducción.
Pero a no confundir estos tonos con la nueva lencería que tiende al dorado y el plateado (los cuales derivan del beige y el gris respectivamente). Pues el toque “brillante” siempre va a ser mucho más estimulante que su misma versión en opaco, pues el brillo remite al glamour, a lo nuevo y cosmopolita.
En la seducción, cada color tomará un significado distinto para cada pareja, pues al ser dos personas distintas las que se encuentran, son dos ideales distintos los que se enfrentan, y ahí es donde hay que saber encontrar la magia, saber descifrar que es lo que le gusta al otro en cada uno para usarlo a favor y lograr que el juego de seducción rinda al máximo en la pareja.
En nuestra sociedad el erotismo y la seducción tienen distintos colores, en el hombre y la mujer. Las fantasías de cada uno darán el toque mágico en la forma de seducir y erotizar al otro.Y no olvidemos que si de seducción se trata también entran en juego otros sentidos:
El tacto también es fundamental, pues no surtirá el mismo efecto un conjunto de ropa interior negra de algodón que uno de satén, mientras que tampoco será lo mismo si tienes la piel humectada y sedosa que si… ups! se te olvidó ponerte crema!
Lo mismo pasa con el olfato, tener un buen perfume te aseguramos que ayuda mucho, es muy estimulante llevar un olor que le guste a la otra persona. Generalmente los perfumes avainillados, con canela y chocolate son ideales para estos momentos.
También lo son los florales, ideales para combinar con un conjunto lavanda para una noche de amor.