Seducción es el sabor a caramelo de tu boca, el abrazo de tu recuerdo con pensar en tu olor
Seducción es tocarte y como si fuera necesario, cerrar los ojos, apagar todos los sentidos para solo sentir tu piel
Seducción es embriagarme de ti, verterme en las sabanas y regalarme a ti.
Seducción es soñarte por la sanidad de mi lujuria y la necesidad de mi deseo.
Seducción es la música con la que necesito navegar para recorrer los confines de este amor.
Seducción es llamarte en el silencio, es gritarte con la mirada que por favor vengas a estrellarte contra mi.
Seducción es pensarte, desprenderme de todo y sentir que aunque no estés tocas cada fibra en mi.
Seducción es levantar la voz para reclamarte con rabioso deseo, por entender que encadenada quiero quedarme cumpliendo esta condena.
Seducción es engatar mi mirada, para explicarte sigilosa que esta noche no serás tuyo, esta noche me pertenecerás.
Seducción es presentarme altiva y mujer ante ti y noblemente entregarme en una ofrenda a ti.
Seducción es disfrutárme furtiva el recuerdo de ti, un consuelo culposo cuando no estas aquí.
Seducción es arrodillar mi ego y dejarme renacer en tus manos y moldearme en tus besos.
Seducción, amor, deseo es rendirme al placer de vivir en tu cuerpo y ahí ser pleno.
Seducción es pedir la vida, la piel y el alma a puro dolor rebelde, porque no se le hizo el honor del desgaste.
Seducción es desearte a través del dolor, a pesar del miedo, mas allá del placer y con mas fuerza que el corazón.
Amarte es desearte con una fuerza poco humana, animal y esperar sumisa y devota la gracia de Tu llegada.