¿Qué puedes esperar de una periodista?Están por todas partes. Conoces no a una, sino a varias. Son tus amigas las ‘informadas’. Esas que cuando les cuentas que el otro día saliste a cenar por ahí te preguntan “¿Dónde?” y cuando aún no te ha dado tiempo a terminar de decir el nombre del restaurante atacan con la siguiente pregunta “¿Y qué tal?”, a lo que tú ibas a responder que bien, pero no te da tiempo porque ya has oído “¿Quién te lo recomendó?”... No, no son curiosas, son auténticas YONKIS DE LA INFORMACIÓN.
Por la calle las reconocerás cuando ante un tumulto o el sonido de una sirena estiren el cuello para enterarse mejor de lo que pasa. No son insensibles, has de entender que para ellas descubrir una noticia es como para un jubilado descubrir una obra nueva. Son las que en lugar de preguntar algo corriente, saldrán con cosas como “¿Pero es la primera vez que sucede algo similar?, ¿Quién esta involucrado?, ¿Quién es el responsable?, ¿Quién gobierna aquí?, ¿De qué partido es?, ¿...?”. Lo suyo es un Síndrome de Diógenes informativo. ¿Que por qué se quieren enterar de todo? Pues porque todo es noticia o lo puede ser, y no soportan que las noticias se les pasen por alto, o por un lado, o por donde sea.
Qué se le va a hacer, son de naturaleza cotilla. Si eres de los que no cuenta nada, prepárate para escuchar “¿Qué tal día has tenido?” o “¿Qué has comido?”, y a que con cada respuesta que les des, vuelvan a la carga “¿Con quién?”, “¿Dónde?”. En realidad, más que hacer preguntas, interrogan. Más que buscar conversaciones, buscan declaraciones.
Un "Haber si nos vemos" romperá el hechizo amoroso ipso facto ”
"¿A qué te dedicas?" no representa simple curiosidad. ESTÁN TRABAJANDO.
Son directas. Si eres de los que al contar una historia se va por las ramas te espetarán "Titular, dame un titular". Como si tú, que eres tornero fresador, les pidieras -no, LES EXIGIERAS- una tuerca en mitad de una conversación.
Para ellas, de todo se puede hablar, o se debe hablar, mientras se acabe hablando. El silencio no les incomoda, pero les resulta inquietante: es un claro síntoma de que algo se está tramando. Y ese algo PUEDE SER UNA NOTICIA.
Tienen alma de espías, así que es probable que cuando se les cuente algo sustancioso estén pensando en una grabadora. Sí, claro, las discusiones de pareja también pueden ser tan interesantes como para querer grabarlas. O inmortalizarlas en comprometedores pantallazos.
La ortografía es otra de sus obsesiones... Un "Haber si nos vemos" romperá el hechizo amoroso ipso facto. Afortunado tú si eres de esos tipos que sabe poner (y pone) las tildes en un correo electrónico o en Whatsapp: las volverás locas.
Sus horarios de trabajo son extraños y les condicionan la vida social. A ver cómo te explica a ti, hombre normal, que se tiene que levantar a las cuatro de la mañana para hacer un reportaje sobre algo muy peregrino en un lugar más peregrino todavía.
No pueden hacer como los demás y desconectar de la actualidad ni estando de vacaciones. Piénsalo bien si vas a querer irte con una de ellas de vacaciones.
Quieren informar a todo el mundo pero les molesta que el resto no sepamos de qué hablan. Esperan cierto nivel de conocimiento, así que si no estás informado te meterán una chapa infernal de antecedentes. Porque todo es importante para entender lo que ocurre. TODO. “Contextualizar para valorar la información”, lo llaman.
Una periodista saldrá de casa arreglada (aunque sea en vaqueros y calzado plano) y dispuesta a conseguir el titular del año y volverá agotada y descompuesta como se vuelve de una semana de campamento, tras haber luchado por no convertirse ella en el titular con una pregunta estúpida o persiguiendo a alguien de fondo en el informativo de una cadena que no es la suya.
Los sueldos irrisorios no les asustan y para ellas un contrato de seis meses es un logro. Bueno, en esto hay que reconocer que se parecen a cualquier otra mujer española.
Leen periódicos. ¡También en papel!
Escuchan la radio. ¡También las noticias!
Para ellas todo es sensacional, o al menos en gran parte la vida es emocionante e interesante. Es decir, susceptible de ser NOTICIA.
Por lo general son divertidas, afables, sociables, dicharacheras, y además suelen estar buenas, vete tú a saber por qué. Pero no se lo comentes, no te vaya a empezar a hacer preguntas.
Fuente:
http://www.revistagq.com/articulos/que-te-puedes-esperar-de-una-periodista/19462