¿Qué puedes esperar de una abogada?PREÁMBULO
Así que has iniciado una relación erótico festiva sentimental con una abogada, y además de mariposas en el estómago (igual deberías ir al médico), sientes incertidumbre por lo que puede venir. Relájate, hombre. Ni que los abogados y abogadas fueran parte del ejército que ha enviado Satanás a la Tierra para convertir nuestra vida en un infierno. Esto... Que no, que seguro que tenéis una historia muy bonita. Er. Sigamos.
TITULO I, LABORAL
1. No te quejes tanto de que os veis poco. Hace dos miércoles salió del despacho a las nueve y media de la noche y os pudisteis tomar un vinito justo antes de que se quedara dormida usando como almohada uno de los panecillos de la hamburguesa. ¿Qué más quieres?
2. Claro que podría buscar otro trabajo, pero es que lleva cuatro años en el despacho y ya ha pasado por los escalones de junior, colaborador junior, colaborador y colaborador senior, para pasar a ser asociada junior. Si aguanta un poco más será asociada, después asociada senior y finalmente socia. A partir de entonces todo irá mejor. Más o menos en 2029.
3. Lo que sí podrías hacer es llevar a vuestros hijos al despacho cuando cumplan quince años, para que los conozca.
3a. Si vas a su bufete, no digas que huele a azufre. Ya lo sabe. Todos los bufetes huelen a azufre.
4. Si habla de su trabajo contigo, al cliente le facturará ese rato en la minuta.
4a. Cuando digo “hablar” me refiero a quejarse amargamente de tendría que haber estudiado las oposiciones para juez y ordenar el arresto y envío a Guantánamo del antes mencionado cliente.
4b. Sé agradable: se pasa el día rodeada de hombres abogados, que son como cuñados con traje.
4c. JAJAJA, los procuradores, qué inútiles... No sabes de qué va el tema, pero tú ríete de todas formas.
5. Efectivamente, ella sale cada mañana antes de que amanezca vestida como Candice Bergen en Boston Legal y tú en cambio aún no sabes si los calcetines que llevas puestos están limpios o sucios.
TITULO II, CIVIL
6. Sabes que es fin de semana porque trabaja, pero desde casa y en pijama.
6a. En su casa tiene un despachito montado: no recuerda de qué color es la mesa porque los papeles y carpetas marrones están distribuidos por todo el escritorio. Y el suelo. Y la mesa del comedor. Y en el ascensor hay cuatro carpesanos.
7. Cuidado con los gestos románticos. Un sábado despiertas pletórico y más enamorado que de costumbre gracias a la ausencia de resaca y le preparas un desayuno con croissantitos y donuts pequeños de chocolate, además de frutas, cereales, zumo, café y se lo llevas a la cama con una rosa en la boca. Si haces eso, te verás obligado a hacer lo mismo cada sábado. Porque los antecedentes sientan jurisprudencia y además pacta sunt servanda.
8. Es mejor que veáis The Good Wife y cualquier otra serie de abogados cada uno en su casa, a no ser que quieras escuchar frases indignadas como “ese documento no sirve para declarar culpable a nadie”, “claro, ha hecho en una tarde lo que nosotros en el despacho hacemos entre seis en dos semanas”, o “¿sabías que en los juicios de España no se puede protestar?”
8a. Pero le puedes cantar la letra de “La abogada soltera” imitando a Bender siempre que quieras. Eso es gracioso todas las veces.
9. Si su regalo de cumpleaños incluye una tarjeta, recuerda que tienes que firmar al final y poner las iniciales en todas las páginas. Ten, una copia es para ti.
10. Y si os vais de vacaciones, busca un sitio sin wifi o se pasará dos horas al día tecleando el móvil a una velocidad sorprendente.
10a. No, en serio, esos pulgares se dopan.
TÍTULO III, PENAL
11. Olvídate de ganar cualquier discusión. En Derecho estudian básicamente cómo discutirse con otra gente. No tienes nada que hacer.
11a. Si se ve acorralada, dirá “depende” y te expondrá el problema desde diecisiete puntos de vista diferentes. Cuando tú aún estés intentando entender de qué va el tercer antecedente de hecho, ella ya ha dictado sentencia.
11b. Y da igual que no sepas qué ha pasado ni por qué: el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento.
12. No te servirá de nada apelar al principio de razonabilidad y a que abusus non usus, sed corruptela, porque ella te recordará que como genus nunca perit, le corresponde, una semana más, elegir película.
-¿No podríamos hacer como todo el mundo y escoger una semana cada uno?
-Qué más dará lo que hagan los demás. ¡Res inter alios acta!
-Pero eliges siempre...
-Claro, prior in tempore, potior in iure.
-¿Y si no quiero ir?
-Da igual: opinio juris sirve necessitatis.
13. Un día tropezaste con un adoquín roto y ella demandó al ayuntamiento, a la empresa que había asfaltado esa calle, a tu aseguradora, a todos los hospitales de Barcelona y a un señor que te vio y se rió un poco. Tras siete años de juicio, te ingresan la indemnización en la cuenta: 37,64 euros (igual ha habido que descontar las costas).
14. Los juicios dan subidón. Es posible que se pase diecisiete semanas diciendo algo así como “tengo una vista en Granollers... Un tema que me ha endosado el jefe a última hora. ¡A ver cómo sale!”
14a. El juicio en Granollers consiste en pasar veinte minutos en el juzgado y luego tomarse unas cañitas hasta que hay que coger el tren de vuelta.
14b. Si el juicio es en verano, es posible que vuelva con muchas ganas de ducharse. Dos palabras: togas sudadas.
15. ¿Te acuerdas de vuestra primera cita? Fue como una deposición judicial a la luz de las velas. Igual resultó excesivo que sacara el bloc y tomara notas. Pero era un bloc con papel amarillo, como el de las películas. Total, esto venía a que, obviamente, te ha dejado enviándote una orden de cese por burofax.
Fuente:
http://www.revistagq.com/articulos/conoces-a-las-abogadas/19575