La ciencia de la buena suerte: el error de contarlo a los demás

Contar nuestros proyectos a los demás es un error que destruye la buena suerte. Descubre por qué más abajo.
Mucha gente ya practica el famoso secreto o también llamado ley de atracción. Y mientras otros muchos lo consiguen la mayoría fracasa. El contar nuestros proyectos hace que disminuya nuestra fe en que eso se cumpla. Seguramente te ha pasado que te ha venido algún buen proyecto o buena idea a la cabeza, has ido corriendo entusiasmado a contárselo a tu amigo, pareja o familiar y te han bajado los ánimos diciendo cosas como “eso es imposible” “tienes la cabeza llena de pájaros” o simplemente se han reído en tu cara y te has sentido ridículo. Tranquilo a mí me ha pasado ya tantas veces que ni las cuento. Pero he aprendido una sabia lección. Contar tus proyectos a los demás destruye tu buena suerte. Y te diré por qué.

Según se ha comprobado a través de la física cuántica y las antiguas sociedades primitivas, la biblia y otros textos más, todos estamos ligados a un vínculo, eso quiere decir que mientras sigamos pensando que alguien es un asesino no dejará de serlo. Según los kahunas, una tribu de Hawai, todo lo que tenemos en nuestra vida, circunstancias, personas, etc, está allí por nuestras creencias, programas y patrones heredados de nuestros antepasados. Eso quiere decir que si tenemos un proyecto en mente y tenemos una baja frecuencia de energía y la persona a la que se lo contemos tiene una frecuencia más alta que nosotros, va a dificultar que consigamos aquello que queremos, y nos costará tener buena suerte en eso que queríamos emprender. Por ejemplo en el caso de un asesino, si le seguimos viendo como un asesino, lo acusamos, y creemos que no va a cambiar en el fondo estaremos pensando que cualquier intento por su parte de cambiar será en vano, él lo percibe y acaba actuando así, pues si todos piensan que es un asesino su inconsciente le va a programar para que siga siéndolo.
La buena noticia es que nadie tiene por qué interferir en nuestra buena suerte y una forma de hacerlo es no contar nunca nuestros proyectos, a lo sumo podríamos contárselo a alguien que también crea en estas cosas o sea más positivo, pero aún así no recomiendo contarlo pues mucha gente que practica y cree en estos temas en el fondo puede no creer que lo consigas aunque por fuera te dé todos los ánimos del mundo.
Hay que tener cuidado con los robasueños, esos seres que o por ir con malicia o por creer saber qué es lo mejor para nosotros nos ordenan y nos dicen qué podemos y qué no podemos hacer. Pero ya un curso de milagros dice “cómo pretendes ayudar a tu hermano si no eres capaz ni de ayudarte a ti mismo”.
De ahí el popular dicho de ” no contar mis planes porque si no me los gafan”.

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