En lo bueno y en lo malo, tus palabras dichas expresan abiertamente, o entre líneas, tus particulares deseos e insatisfacciones personales. Se disfrazan muy bien en el nombre de tu bondad o en el nombre del bienestar de los otros, sin embargo en el fondo y en la forma, de lo único que hablamos es de nosotros mismos. Quizás te cuesta admitir que es así, porque admitirlo es reconocer públicamente tu egoísmo. ¿Te sientes mal si te descubres así?
Bien sabes que no hay sombra sin luz, y que la única forma de aplacar una sombra es poniendo más luz a esa sombra; sin embargo la contrapartida de esa luz mayor es que también genera una sombra más grande. Y así pues, aunque pelees por querer ocultar tu lado oscuro, no habrá luz que pueda taparlo, porque esa sombra es la que le da el sentido y la existencia a tu propia luz, o tu Amor, que en definitiva es lo mismo.
Si tu pareja se muestra cabizbaja y la animas, a quien animas es a ti.
Si te enfadas con tu pareja porque no hizo lo que esperabas, te enfadas contigo.
Si le reprochas lo que hizo que no esperabas, te reprochas a ti.
Sí, sí, seguro que tienes razones para pensar y sentir lo que pasa por tu mente, cuerpo o corazón.
Sí, sí, no es tan fácil algunas veces, pero si tuvieras que elegir entre que te duela algo muchísimo y simplemente que te duela, ¿Qué elegirías?
Tu eres un ser tan inmenso que te pareces a un Universo gigantesco que esconde bellos lugares, hermosos paisajes, magníficos territorios que están ocultos a tu propia consciencia. Y como ni siguiera tu mismo lo sabes, es decir, esa personita que está contigo hoy, “tu Amor”, como la llamarás muchas veces, aún cuando no cumpla las expectativas que te habías fijado, muchas de ella falsas para que un ser humano de la realidad de la tierra las cumpla, se merece que le digas: “Gracias, Amor, por lo que eres hoy”
¿No es eso lo que te gustaría escucharle decir? Pues empieza a decírselo tú, porque lo que le dices a tu pareja te lo dices a ti mism@.
Y a partir de ahora recuerda que la persona que está contigo es el puente que te lleva a tu corazón, es tu apoyo en cada paso que andas, en cada respiración que coges, aún a pesar de que lo recibes no es lo que deseabas. Sí, sí, es cierto que tu pareja no te dará todo lo que quieres, pero es verdad que siempre te dará lo que necesitas en cada momento para crecer y alcanzar el siguiente nivel de tu amor.
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