Si realmente queremos llevar una vida de pareja es menester que primero nos preguntemos —y nos respondamos con total sinceridad— si realmente sabemos qué es, qué significa la pareja en el sentido que aquí nos ocupa y, por esta vía, llegamos a una conclusión: vivir en pareja es desarrollar un proyecto de vida en común, con sus pros y sus contras.
Tener un proyecto de vida personal y profesional da sentido a nuestras vidas, es lo que hace que nos levantemos de la cama todos los días con ganas de vivir y disfrutar. En una relación de pareja el proyecto común reactiva permanentemente el amor y el deseo. Si este desaparece la relación se aboca al estancamiento y puede llegar a desgastarse.
Si consideramos que la vida en pareja es un viaje debemos dar por sentado que pasará por diversas fases de momentos buenos y menos buenos, que van a depender, y mucho, de los proyectos que se tengan, porque son estos los que dan sentido a la relación.
Puede afirmarse que una pareja sin proyecto o proyectos en común es una nave sin rumbo, navegando en la incertidumbre de la rutina del día a día, sin aliciente ni futuro, teniendo como puerto más cercano o más lejano del horizonte visible, la separación porque, se quiera o no se quiera, esa indefinición se irá traduciendo paulatinamente en una vida entre conflictos, ataques y culpabilidades por ambos lados.
Poco importa en qué consistan los proyectos, estos pueden ser a corto plazo o a muy largo, sucederse en el tiempo o irse ampliando en el día a día, pueden llamarse cambio de casa, o viajes, tener hijos, adoptar animales, adquirir compromisos, desarrollar una empresa, todos son buenos cuando, de una u otra manera hacen que nuestra vida en pareja se renueve y en vez de sobrevivir como pareja: ¡VIVAMOS EN PAREJA!
La pareja es, al mismo tiempo, un camino propicio para descubrirnos, para crecer y evolucionar como personas. Cuando somos capaces de llevar a cabo un proyecto de vida juntos que nos motive y nos haga sentirnos plenos como personas, empezamos a conocer el amor incondicional, ese que significa el placer y dolor de vivir juntos.
El o los proyectos que van a integrar ese proyecto común son los cimientos de las buenas relaciones de pareja, son la luz en el camino, lo que nos permite mantenernos unidos tanto en lo bueno como en lo malo. Son también la fuerza que nos impulsa a avanzar hacia las metas que nos hemos fijado y que forman parte de nuestro compromiso personal.
Decidir vivir juntos, es el compromiso que asumen dos personas de decidir compartir una vida, En la que se plantean proyectos de futuro en las más diversas áreas: la social, la familiar, la profesional, la financiera, etc.
Estos proyectos sirven principalmente para nutrir la relación, para danzar a un buen ritmo, para que esta sea más productiva y que ambas partes puedan aportar, desde la transparencia y de corazón, su propia verdad. Es importante hablar y sincerarse sobre aquello que esperamos de la vida en común y de la relación.
¿Cuántas veces nos encontramos con personas que, hablando de sus parejas nos dicen que el amor ellas ha muerto, que ya no existe atracción ni química, que no interesa, que han descubierto que son muy diferentes, que no siguen el mismo camino, que fulano o zutana tenían razón cuando decían que no éramos el uno para el otro, etc., etc.?
Pues bien, cuando se llega a esa situación es que ya se está al borde de la ruptura y, consciente o inconscientemente, comenzamos a creer que es la otra parte la que no va bien, la que no encaja en la pareja… Si hemos llegado o estamos llegando a encontrarnos en esta situación, va siendo hora de hacernos las siguientes preguntas:
¿Cuál es el rasgo que menos me gusta de mi pareja?
¿Dónde, cómo y cuándo actúo yo también como mi pareja?
¿Descubro y reconozco que yo también poseo ese mismo rasgo?
Porque todo aquello que vivimos es resultado de lo que nosotros pensamos, de lo que hacemos o no hacemos. Seamos sinceros con nosotros mismos: ¡No son los otros, somos nosotros!
Dicho con otras palabras: en una relación de pareja los cimientos los constituyen los proyectos en común, pero los proyectos en común parten del principio de aprender a reconocerse en el otro para ser nosotros.
Esto define el sendero que hemos de recorrer en pareja. Si sientes que esto no está pasando en tu vida, tu relación puede estar en vías de estancamiento y puede llegar a desgastarse. Si realmente amas a tu pareja pregúntate cuál es ese proyecto. Si no lo ves o sientes que no lo tienes, puedo acompañarte para crearlo… ¡en pareja!
Son muchas las razones por las que deseamos o anhelamos tener una pareja aunque lo que nos impulsa a vivir en pareja no es otra cosa que la búsqueda del amor: amar y ser amados.
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