Cuando somos adolescentes nuestros padres a menudo nos dicen que no tenemos «sentido común». Esta queja nos puede frustrar porque muchas veces ellos no definen qué es el sentido común. Parte del problema es que cuando somos adolescentes e idealistas intelectuales, queremos que todo sea explicado por completo.
Sin embargo, cuando crecemos nos encontramos teniendo la misma queja sobre la falta de sentido común en las generaciones más jóvenes. Podríamos suponer que el sentido común llega con edad; pero hay gente que nunca lo aprende y hay jóvenes que parecen tener mucho sentido común. Entonces, ¿qué es?
DESARROLLAR LA SABIDURIA
Es un poco como tener un sentido de responsabilidad mesclado con sabiduría. Es la habilidad de tomar las decisiones correctas a la hora correcta, de tal modo que cuando se te haya dado una responsabilidad, se puede saber que harás un buen trabajo en cumplir con ella.
APRENDER A SER FLEXIBLE
El legalista (y ésta es una de las cosas que causa problemas con los intelectuales) quiere una regla para todo y a menudo le falta el sentido común de reconocer cuando una regla debe ser cambiada para adaptarse a circunstancias nuevas. Para tener sentido común uno tiene que entender por qué está haciendo lo que hace, y estar preguntándose constantemente si está usando el mejor método o si podría haber uno mejor.
Los idealistas pueden obsesionarse con un ideal a la exclusión de otros. Uno puede, por ejemplo, estar tan enfocado en economizar que rehusa un gasto que hubiera ahorrado dinero a largo plazo. De tal actitud vienen tales frases como «tratan de ahorrar donde no deben» y «lo barato sale caro».
APRENDER A VER EL FUTURO
Una persona con sentido común aprende a anticipar los problemas y estar lista en solucionarlas cuando lleguen. Tal persona usa su imaginación para pensar sobre la situación y anotar mentalmente las cosas que se necesitan hacer. Guardar un lapiz y papel y anotar las cosas que se necesitan hacer es un buen paso (aunque esto también puede ser hecho a un extremo).
TENER CONFIANZA EN LO QUE HACES
Un gran problema con las personas a cuales le faltan el sentido común es que quieren demasiado hacer lo correcto a perfección. A menudo temen cometer errores y tratan demasiado en complacer a otras personas. Como por resultado terminan haciendo mal las cosas y reciben desaprobación. La persona con sentido común sabe que los errores suceden y se ocupa tanto de hacer la obra que no tiene tiempo de preocuparse demasiado sobre lo que piensan los demás.
Quizás ésta sea una de las razones por cuales el sentido común llega con experiencia (y edad). Después de haber hecho algo tantas veces, desarrollamos suficiente confianza en nosotros mismos y dejamos de tratar de impresionar a los demás.
SER CONSCIENTE DE LOS DEMAS
Otra caraterística asociada con el sentido común es una consciencia sobre las necesidades de otras personas. A la medida que uno se vuelve sensible a las necesidades de los demás (no en temor, pero en amor), desarrolla la flexibilidad necesaria para ver el imagen completo y no solamente una parte pequeña de la obra. Uno aprende a trabajar bien con los demás y en hacer un buen trabajo mientras no pierde vista a tales cosas como cuánto tiempo se tardará en completar la obra, cuánto costará, qué relación tiene con lo que estén haciendo los demás, etc.
En conclusión, el sentido común no es verdaderamente común, ni simple. Es algo complejo por cual debemos seguir trabajando en aumentar durante nuestra vidas.