Cada vez existen más pruebas científicas sobre las diversas propiedades del té verde para la salud. Investigadores norteamericanos y japoneses descubren cada día más beneficios tanto preventivos como curativos del té verde.
Los tés derivados de la planta Camellia Sinensis: té negro, té Oolong y té verde, entre otros, todos contienen muchas sustancias naturales beneficiosas para el organismo, siendo el té verde al igual que el blanco, que en realidad es una variedad de té verde, los que contienen más cantidad debido a que no han sufrido los efectos de la oxidación. Por ese mínimo proceso los principios activos presentes en el té verde son muy parecidos a los que existen en el brote antes de su separación de la planta.
El té verde está compuesto principalmente por aceites esenciales, cafeína y polifenoles. Los aceites son los responsables del aroma del té y la cafeína es un estimulante. Ahora bien, los responsables de las propiedades antioxidantes y otros efectos curativos son los polifenoles.
Té verde y los polifenoles, flavonoides y catequinas
Los polifenoles son unos compuestos con propiedades antioxidantes que se hallan dentro de muchos alimentos y bebidas como el vino tinto y todos los tipos de té, pero sobre todo en el té verde y sus variantes.
A su vez, los polifenoles contienen flavonoides, que son nutrientes con alto poder antioxidante y que no pertenecen al grupo de las vitaminas y minerales.
Se conocen miles de flavonoides diferentes, pero en el caso del té verde, los más importantes son las llamadas catequinas, que a su vez se desglosan en cuatro tipos:
- Epicatequina (EC)
- Epigalocatequina galata (EGCG)
- Epicatequina galata (ECG)
- Epigalocatequina (EGC)
De todas ellas la más activa a la hora de combatir los temidos radicales libres es la epigalocatequina galata (EGCG).
Por tanto tenemos primeramente los polifenones y dentro de ellos los flavonoides que a su vez contienen la catequina, que es el poderoso antioxidante que contiene el té.
El té verde y sus cualidades antioxidantes
Algunos estudios científicos, como el presentado en Las Vegas en 1997, por el doctor Lester A. Mistscher, demuestran que las catequinas del té verde superan en mucho a otros antioxidantes.
El doctor Lester, en uno de sus experimentos comprobó que las catequinas fueron 100 veces más efectivas que la vitamina C y 25 más que la vitamina E, así como su superioridad frente a los antioxidantes presentes en el vino o la uva.
No obstante, el té verde contiene también vitamina A, vitamina C y vitamina E, que junto a las catequinas ofrecen una alta protección contra los radicales libres.
¿Qué son los radicales libres?
Se trata de moléculas que, por efecto de una serie de situaciones, acaba dañando las membranas celulares y, en los casos más graves, llegan hasta el núcleo y los registros del ADN, originando algún tipo de cáncer.
El organismo crea sus propios antioxidantes para protegerse de los radicales libres, pero a veces no son suficientes, por lo que es importante tomar alimentos o bebidas que aporten más antioxidantes.
Las catequinas del té verde, además de reducir los riesgos de cáncer, tiene propiedades para otro tipo de dolencias como las enfermedades cardiovasculares, su efecto sobre el colesterol LDL, también llamado “malo” y, como todos los antioxidantes, ayudan en la conservación de la juventud.
De momento no existe una comunicación oficial al respecto, pero parece ser que según algunas investigaciones, las propiedades antioxidantes del té verde pueden quedar anuladas si se toma con leche.
La prefectura de Shizuoka, el cáncer y el té verde
Existe un caso por curioso en Japón, y concretamente en la prefectura de Shizuoka, en donde el porcentaje de muertes por algún tipo de cáncer es muchísimo menor que el resto del país y de otros muchos países, como por ejemplo Estados Unidos, pese a que el consumo de tabaco en Japón es muchísimo más elevado que en el país norteamericano.
Todo esto se puede deber a que la prefectura de Shizuoka es una localidad dedicada a la producción de té verde, donde lo toman con mucha frecuencia y muy concentrado. A raíz de la comprobación de estos datos se realizaron diversos experimentos con animales en laboratorios, que demostraron que algunos componentes del té verde inhibían algunos tipos de células cancerosas.
Por tanto, podemos decir que el té verde nos puede ayudar a prevenir el cáncer, y aunque otros tipos de té más oxidados como el té negro, también poseen esas propiedades, lo son en mucha menor proporción debido a que en el proceso de maduración de las hojas del té, los polifenoles desaparecen.
http://cafeyte.about.com/od/El-cafE-el-tE-y-la-salud/a/El-T-E-Verde-Y-Los-Radicales-Libres.htm