Esta meditación está basada en los conceptos de la Metapreocupación Trascendental (MPT) del Dr. Lewis Thomas.
En su visión, la preocupación y la ansiedad son componentes básicos de la neurología humana, tanto es así que según este científico la especie humana no hubiera avanzado tal como lo hizo si no fuera por el impulso de estas reacciones.
De tal manera que lo que nos propone es que cuando estemos inmersos en estados emocionales de ira, preocupación, miedo, tristeza, etc. en una primera etapa, amplificarlos; llevándolos a su máxima expresión, para luego en una segunda etapa entrar en la fase meditativa.
Según esta óptica, si no hacemos eso e intentamos entrar directamente en el estado meditativo cuando un fuerte estado interior nos invade nuestros intentos serán muy dificultosos por no decir imposibles.
En líneas generales debemos en esta primera fase exagerar las tensiones musculares así como los gestos característicos del estado emocional que nos invade. Como "mantra" usamos la palabra que mejor sintetiza nuestro estado: ira, enojo, hartazgo, ansiedad, temor, etc.
En lugar de "bloquear" los pensamientos relacionados nos concentramos en traerlos todos una y otra vez. En definitiva, se busca una saturación, una explosión. En lugar de estar vivenciando el estado emocional en "cuentagotas" se intenta hacerlo estallar en su totalidad en cuestión de minutos.
En determinado punto esta etapa termina naturalmente cuando después del estallido se entra de manera fluída en una fase de serenidad. Algo así como el péndulo que fue llevado a la fuerza hacia un extremo, entonces de manera natural va al otro.
Un ejemplo, relacionado con la ansiedad es el que veremos a continuación. De igual forma lo podemos adaptar a cualquier estado emocional desagradable.
Buscamos una posición que nos permita tensar al máximo nuestra musculatura.
Repetimos mentalmente "Ansiedad" como si fuera un mantra.
Tensamos nuestros músculos exagerando al máximo la gestualidad propia de nuestro estado emocional.
Amplificamos el ritmo respiratorio propio de la ansiedad, exagerándolo.
Inundamos nuestra mente con los pensamientos parásitos que nos generan el estado de ansiedad.
Nos mantenemos en esta primera etapa hasta llegar al "estallido".
Luego de esto, nuestro estado interior tenderá a la serenidad, cambiando rápidamente de polaridad.
En la segunda fase cambiamos la posición de nuestro cuerpo a una que sea cómoda, respiramos de manera lenta y profunda y repetimos algún mantra de nuestro agrado como "Om" o "So Ham". También podemos iniciar alguna otra técnica meditativa de nuestra elección.
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