Otro gran maestro espiritual que nos ha enseñado a meditar y usar el poder regenerador y sanador del Sol es el maestro Omraam Aivanhov.
Su método consistía en utilizar para nuestra revitalización física y mental el Sol del Amanecer, cargado de partículas de Prana (energía vital).
Las sanaciones de todo tipo registradas gracias a esta meditación son numerosas, así que más allá de sus objetivos espirituales podemos esperar una concreta mejoría de todo tipo de dolencias físicas.
Cómo hacerla:
Buscaremos el Sol del amanecer, de ser posible al aire libre.
Apenas se asoma en el horizonte, comenzamos a realizar una respiración profunda, enfocando nuestros ojos en el astro rey.
En cada inhalación veremos millares de partículas luminosas que ingresan a nuestro organismo, lo limpian y recargan de energía pura.
Podemos imaginar que "comemos y bebemos" la luz solar para intensificar su absorción.
Cuando lo deseemos, cerramos los ojos y nos imaginamos que las partículas pránicas se acumulan en el centro de nuestra cabeza, formando un sol en miniatura.
Nos quedamos así, meditando, bañados por los rayos solares durante unos 15 minutos al menos.
Los efectos son muy poderosos y al poco tiempo de practicarla notaremos los efectos revitalizantes de esta meditación, así como sus enormes capacidades sanadoras.
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