Ven acá querido amigo,
te escuche decir cierto día,
ven acá quiero mostrarte,
mis heridas por ese amor.
Tengo el corazón deshecho,
tengo el alma llena de dolor,
no sé qué daño habré hecho,
si lo único que en mi existe es amor.
Solo podré decirte que cierto día amé,
y amé tanto y hasta sin medida,
y cuando esa mujer se fue,
quedo en mi pecho una herida.
Hoy que llega a mi mente,
y metida en mí está,
le pido a Dios penitente,
que me dé valor para olvidar.
Son heridas de amor, sí son heridas,
que causaron por tanto amar,
también son horas perdidas,
yo no sé Señor, adonde iré a parar.
No tengo en el cuerpo la fuerza,
no tengo el ánimo de volver amar,
ame tanto y tanto con timidez,
que solitario me vuelvo a encontrar.
Francisco