Que tu corazón escuche más que tus oídos…
así aprenderás un idioma que se habla a través de los ojos.
Que tu corazón hable más que tu boca…
así cantarás con tu sonrisa.
Que tus manos se llenen con caricias…
así aprenderás a recibir dando…
Que tus pasos no se confundan con el camino…
así podrás conocer las flores de una senda sagrada que,
de otra forma, nunca andarías.
http://silvinaromeropaz.blogspot.com.es/