Muchas veces se confunde intimidad con sexo, lo cual no es lo mismo, pero por su implicación pareciera que si lo es, ya que “in-ti o “en-ti”, es estar adentro. El problema surge cuando confundimos estos dos términos, es decir, deseamos conocer en profundidad al otro, saber sobre sus sentimientos, conocer que piensa, o viceversa, y en vez se tiene sexo. Intimidad (in-ti) es prácticamente conocerse en profundidad con mucha honestidad, sin manipulaciones ni defensas. Sexo es lo que hacemos, es tocar al otro, es el acto hacia el placer sexual, es estar literalmente dentro del otro o “en el otro”.
Cuando creemos que intimidad es tener sexo, le restamos un elemento importantísimo a la relación de pareja que seguramente podría conllevar a no tener buen sexo, y en el peor de los casos, a no tener sexo del todo. Por el contrario, cuando se descubre el valor de la intimidad, se conoce y se practica, se pierden las inhibiciones, aumenta la confianza y por consiguiente se tiene más y mejor sexo. Por lo tanto, la clave hacia el buen sexo es la intimidad.
Una pareja que tiene sexo pero no tiene intimidad, es una pareja incompleta propensa al vacio, a la ruptura y al desengaño. Los problemas sexuales de las parejas son usualmente causados por la incapacidad (de uno o de los dos) para tener o tolerar la intimidad. Intimidad es entrega mutua, no la entrega del cuerpo (sexo) sino la entrega del alma. Es sumamente importante comprender la importancia de la intimidad en una pareja. Si una pareja se separa sin haber trabajado sus problemas, la separación no ayudará a solucionar sus problemas de intimidad.
La verdadera intimidad emocional requiere de valentía para apoyar al otro y sostener al mismo tiempo una profunda cercanía emocional. El amor da la fuerza necesaria para pone en marcha una relación con intimidad. Luego, si la pareja cultivó un espacio solido de amor e intimidad, la relación probablemente tenga éxito y se goce de una satisfactoria vida sexual.
Cuando dos personas luchan por integrar este elemento dentro de su relación, ganan un espacio de seguridad invalorable con un sentido único de pertenencia. Es maravilloso poder apreciar todas las cosas buenas que tiene una buena relación como el amor, el sexo y la intimidad. No es fácil permanecer íntimamente unidos, pero más difícil es vivir sin amor ni verdadera intimidad en una relación.
Drs. Aleida Heinz, PhD & Pedro Briceno,PhD