Rupturas sentimentales

Conmoción e incredulidad

La primera reacción es esta: no puede ser cierto, él no haría nunca algo así, debe ser un error…
No te alejas ni un minuto del teléfono, convencida de que tu ex te llamará en cualquier momento para decirte que todo fue un terrible error, y cada vez que suena el timbre corres a la puerta de calle convencida de que es él. Todavía te ves a ti misma como parte de una pareja, e imaginas tu futuro junto a tu ex.

Emoción

Luego, te das cuenta de lo sucedido, y das rienda suelta a las emociones. Sientes que es el fin del mundo, que nunca podrás recuperarte y que tienes el corazón roto. Cada mujer tiene su propia forma de manejar el dolor: algunas se echan en la cama y lloran durante semanas, otras dejan de comer y de dormir, otras se dedican a llenarse de comida, mientras otras más dedican todas sus energías a planear la revancha.
Todas hemos oído historias de mujeres abandonadas que han destruido las posesiones más preciadas de sus ex cuando se enteraron del engaño. También están las que deciden mostrar a sus ex lo que se están perdiendo, y bajan de peso, cambian de look y se pasean del brazo de acompañantes más jóvenes.
Pero, si bien el enojo puede ser una emoción catártica y purificadora, no deberías llevarlo muy lejos, porque puede convertirse en una obsesión que te mantenga conectada a tu ex y te impida seguir adelante. Si te quedas en el enojo no dejas aparecer el dolor, que es parte fundamental del proceso curativo.

Aceptación y cierre

Este es el momento de tener una conversación sincera con tu ex. Se dicen muchas cosas hirientes en el calor de una discusión, pero no deben quedarse sólo con lo negativo y lo que ha salido mal, sino reconocer también los buenos momentos pasados. Es tu oportunidad de decirle a tu ex como te sientes, pero trata de evitar las recriminaciones y los reproches, que te harán sentir peor luego. Explícale cómo te han afectado sus acciones y escucha sus razones con calma.
Recuperarte de una ruptura significa empezar de nuevo, y necesitas perdonar y aceptar lo que pasó, que es la única manera de que las heridas cicatricen. Hacer que tu ex se sienta culpable puede aliviar tu dolor en el corto plazo, pero no te hará salir adelante.

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