Cuantas parejas viven y no se dan cuenta de que si se llega a terminar la compatibilidad es a causa del ahogo que suelen mostrar en sus relaciones con su pareja.
Desde hacer escenas de celos delante de todo el mundo, enviándole cada 20 minutos mensajes de texto o llamadas telefónicas, con el único fin de hacerse presente, se aparecen en lugares sea el trabajo sin ninguna razón, en el círculo de amigos de él o ella, invadiendo el espacio individual de sus parejas, revisando hasta el correo electrónico, cartera, bolsa, agenda telefónica entre otras cosas, esto se da tanto en hombres como mujeres.
Esta clase de actitudes son un motivo para alejar al ser amado en lugar de atraerlo o llevar una convivencia amena y plena. Como también son síntomas de ser una persona posesiva, que suele pensar que esta clase de comportamiento es correcto porque mientras más unida este a su pareja, habrá y se demostrara más amor.
Y están completamente equivocados, porque este tipo de comportamientos y llevar una relación con estas actitudes la convierte en ahogamiento y lo peor limita el espacio individual de la pareja.
Una actitud posesiva se relaciona con inseguridades, esquemas de crianza en el núcleo familiar y personalidades dependientes. Esta clase de individuos ven a su pareja como un objeto de su propiedad, con un temor extremos de perderla y convirtiéndolos en un ingrediente imprescindible para satisfacer sus necesidades básicas afectivas.
Para estos individuos miden el amor con base en lo que el otro hace o deja de hacer por ellos, desde exigir cercanía, muestras de afecto y atenciones constantes, mostrando seguridad cuando su pareja responde a estas demandas constantes de amor, sin no es así, les invade un estado de pánico reforzado con miedo al abandono.
Aquí es claro señalar que la responsabilidad es de los dos. Por ejemplo la pareja de la persona posesiva adquiere un compromiso en la relación, el o ella se ven responsables de la felicidad y de la seguridad emocional del otro, como si estuviera en sus manos solucionarle sus problemas.
Por este motivo es usual encontrar parejas que lejos de poner fin a la relación refuerzan el enganche disfuncional e involucrándose hasta que les resultara imposible zafarse.
Y estos comportamientos a corto como largo plazo traen consecuencias fatales.
Desde estar en una batalla constante, desde crear rivales imaginarios como reales, generan estrés, paranoia y si están casados hasta en divorcios.
En el caso de las mujeres que muestran es clase de comportamientos posesivos, se preocupan por mejorar solamente en el aspecto físico y se olvidan completamente del aspecto emocional, afectivo y porque no decir hasta espiritual.
Los origines de esta clase de actitud se dan en la educación y afecto que cada individuo recibe en el hogar. Se sabe de sobra que las personas funcionan con base en compensaciones afectivas, por ejemplo si no recibieron el amor, cariño como atención de su familia se buscara compensar ese afecto.
Muchas veces estos individuos buscan la imagen de un padre o madre sustituta que no les dio lo que habrían necesitado en su niñez.
También no podemos dejar la cuestión cultural, por ejemplo en los países latinoamericanos, se tiene esa tendencia de ser seres posesivos territoriales y se quiere que las parejas tengan exclusividad.
Este deseo de posesión principalmente muestra una autoestima débil, lo cual lo más favorable es a aprender a controlar esa clase de impulsos y emociones pero sobre todo mejorar su imagen de usted mismo y subir esa autoestima.
Porque de lo contrario será difícil lograr vivir una vida plena en pareja, busque su estabilidad en usted mismo, nadie necesita depender de otro para estar estable y feliz, el sentimiento de decir “estoy bien” debe de venir de usted mismo.
Adopte tener una comunicación fluida, identifique los puntos débiles de la relación y dialogue con su pareja, abra ese canal de xxxxxx cual usted adquirirá seguridad y confianza en el otro.
Tanto el hombre como la mujer deben descubrir sus propias capacidades, valorarse por lo que son y piensan, identificar sus necesidades y mirar hasta qué grado depender de otra persona le puede ayudar a estar emocionalmente sano.
Ponga delimitar el territorio de cada uno. Una cosa es mirar hasta donde usted puede intervenir en la vida del otro pero no caigan en restricciones.
Cada uno debe de salir con sus amistades sin que eso ofenda o se sienta agredido, invada o perturbe al otro. Conozca sus propios sentimientos, póngase a reflexionar de su propia vida y tenga en claro que la prioridad no es estar en una relación, sino con uno mismo.
Esto le ayudara a controlar el miedo a que sea abandonado, porque en la medida que los afectos se abran a otras opciones, le será más fácil que la posibilidad de perder el afecto de una persona en especial no parezca tan dolorosa.
Reflexionar sobre su propia vida y tener claro que la prioridad no es estar en una relación, sino uno mismo. El dialogo entre los amigos es un buen punto de xxxxxx que puede resultar favorable, porque se llega a generar puntos de vista alternativos, no importa si el xxxxxx sea con el mismo sexo o el sexo opuesto.
Desgraciadamente cuando se inicia una relación de pareja se tiende a pensar que todo debe girar en torno al otro, y lean bien mis queridos lectores, eso es un error gravísimo, porque cuando la fase del enamoramiento termina empezaran los encontronazos de la realidad y podrá ver claramente que tanto tiene los cimientos en su relación.
-Auto ayudándonos para vivir mejor©
http://viviendomejor.wordpress.com/2009/12/30/relaciones-sentimentales-que-sofocan/