El concepto querer lleva implícita la idea de posesión. Te quiero para algo, para que estés conmigo, para que me acompañes, para que compartas alguna actividad…A fin de cuentas, los seres a los que queremos, son seres de los que esperamos algunos comportamientos que nos causen satisfacción. Querer es generalmente una causa de sufrimiento pues si quiero a alguien tengo expectativas, espero algo y si la otra persona no me da lo que espero finalmente sufro. Esto sucede por que probablemente la otra persona tenga otras motivaciones debido a que todos somos muy diferentes.
Cada ser humano es un universo.
Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando éste tenga otras motivaciones muy distintas. Amar es permitir que sea feliz, aún cuando tu camino sea diferente, es un sentimiento altruista y desinteresado,por ello el amor nunca será causa de sufrimiento.
Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar.
Se sufre por apegos, si realmente se ama, no puede sufrir pues nada se ha esperado del otro. Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, se da por el simple y puro placer de dar pues amar produce un gozo profundo, es la alegría de dar.
La única manera de darse cuenta de esto es empezando a aprender a amar, se puede comenzar por actos pequeños con las personas a quienes más queremos y luego debe extenderse a todas los demás.
“Es difícil encontrar que alguien que ame y es más fácil encontrar a alguien que quiera para algo, mientras se sea necesario y útil. Pocas son las personas que dan amor altruista y desinteresado.”
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