“¿Qué es la verdadera meditación?
Es transformar todo: toser, tragar, saludar, moverse, estar quieto, palabras, acción, bien y mal, prosperidad y vergüenza, ganancia y pérdida, correcto y equivocado, en un simple proceso hacia el despertar y la iluminación.”
Hakuin
La meditación es una de las prácticas del ámbito espiritual del ser humano más significativas e importantes y una de las que puede provocar cambios más contundentes y permanentes en el mismo a nivel de su conciencia cognoscitiva. Sin embargo, uno de los problemas más habituales acerca de la misma, es que muchas veces es mal comprendida o no es comprendida en absoluto.
Esto se debe fundamentalmente a diversos y variados motivos entre los que encontramos la inadecuada divulgación que realizan pseudo maestros espirituales ampliamente presentados por los medios masivos de comunicación, la ausencia completa de la misma dentro de los programas educativos de las escuelas de occidente, la casi inexistencia de practicantes de meditación en los países occidentales, etc.
Muchas personas, combinando a tientas los pocos elementos teóricos a los que pueden acceder, logran llegar a una comprensión muy elemental sobre lo que la meditación es, llegando a conceptos tales como que la meditación es “para alejarse del mundo y de sus problemas”, “para evadirse de la realidad”, “algo solo de orientales o para hippies”, “solo para gente iluminada”, etc.
Nuestra finalidad en el siguiente texto es presentar una introducción lo mas completa posible sobre qué es la meditación y sobre cómo se debe comenzar a practicarla.
Una primera aproximación a su comprensión
La meditación es una práctica, es decir, un proceso de experimentación, mediante el cual entramos en contacto con aspectos y estratos, tanto de nosotros mismos como del universo, a los cuales no es posible acceder por otros medios. De esto se deduce la contundente consecuencia de que si no es a través de la meditación no llegaremos a conocer en forma experiencial y práctica algunos de los ámbitos mas importantes, trascendentes e inclusivos de nuestro ser y del universo mismo.
La meditación es evidentemente un práctica cognoscitiva donde no solamente se amplia el rango de objetos conocidos sino que también se alcanzan tremendas profundidades de conocimiento de los mismos. Esto significa, dicho de otra manera, que mediante la meditación se alcanza un conocimiento profundo de ciertos objetos que ya eran conocidos para nosotros pero que lo eran solamente de una manera muy superficial.
Es importante comprender que si bien la meditación posee fundamentos teóricos, la misma es eminentemente una práctica o experimentación. Si, por ejemplo, la comparamos con el hecho de correr maratones por parte del ser humano, la meditación en si misma es comparable al hecho mismo de correr la maratón y sus fundamentos teóricos son comparables a los fundamentos teóricos de la maratón entre los cuales se incluyen la capacidad del ser humano para emprender tal práctica.
Nunca debe confundirse el fundamento teórico de la meditación con la práctica de la misma. Uno de los errores más comunes de muchos pseudo-maestros espirituales de hoy en día es que conocen mucho de la teoría de la meditación de tal manera que pueden hablar durante horas sobre la misma. Y de hecho parecen bastante eruditos. Sin embargo eso no significa que sean avezados en la práctica. Comúnmente caen en el grosero error de querer transmitir a otros solamente la teoría sin orientarlos hacia la práctica misma. Esto es como querer enseñar a alguien a correr maratones mostrándole gráficos de anatomía humana.
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