El tamaño del pene es algo que siempre ha inquietado a los hombres, y a algunas mujeres también, considerándose como un tema tabú dentro de la sexualidad.
De la misma manera, surge la duda respecto a que si serán reales o no las técnicas y productos para el alargamiento del pene que comúnmente se suelen anunciar.
En realidad, los métodos para alargar el pene son varios, como los quirúrgicos, los que emplean extensores o bombas de vacío, los ejercicios del pene, y hasta los que incluyen medicamentos o comprimidos en base a hierbas.
En este caso, se consideran a los ejercicios como el método más natural y puede combinarse con los tratamientos mencionados anteriormente. Para que sean eficaces, es necesario tener constancia y dedicarle los minutos al día necesarios que indican los expertos.
Mediante los mismos, ejercitarás los cuerpos cavernosos, el cuerpo esponjoso y la arteria cavernosa, consiguiendo que el pene aumente de longitud y grosor.
El pene está compuesto fundamentalmente por tres cámaras, dos mayores llamadas cuerpos cavernosos, y una menor llamada cuerpo esponjoso, la cual es atravesada por la uretra peneana, por donde circula la orina y la eyaculación.
Al producirse una erección, la sangre que llega a esta zona, se acumula principalmente en los cuerpos cavernosos, que determinan el tamaño del pene, ya que son en ellos donde se encuentra 90% de dicha sangre cuando se alcanza una erección.
Si usted realiza periódicamente estos ejercicios, aumentara gradualmente el tamaño de los cuerpos, aumentando la capacidad de llenado de los mismos, y lograra un aumento considerable del largo y del diámetro de su pene.
En cambio, los opositores de este método aseguran que no se puede agrandar el tamaño del pene con ejercicios porque el miembro no tiene músculos. Afirmación que es cierta y falsa al mismo tiempo.
Es cierto que el pene no tiene músculos, aunque en realidad lo tiene pero no es igual a los que conocemos; sin embargo, los ejercicios en este caso no están dirigidos a actuar sobre el músculo. Su fundamento es otro: hay algunas partes del cuerpo que son susceptibles de estirarse, como la piel y el tejido conjuntivo, que responden al estiramiento gradual y prolongado adaptando su forma. La naturaleza del pene, en cuyo interior no hay ningún elemento óseo o cartilaginoso, hace que también sea susceptible de este tipo de estiramiento.
Por otra parte, estos ejercicios tienen otros beneficios, independientemente de su efecto en el tamaño del pene. La reciente investigación sobre el propósito de las erecciones nocturnas en los hombres, sugiere que pueden ser una necesidad biológica para proporcionar suficiente oxígeno a los tejidos interiores del pene.
Por consiguiente, si estos ejercicios aumentan el flujo de sangre dentro del pene, podría muy bien contribuir al mantenimiento de un pene sano. No obstante, es preferible consultarlo con un especialista para que asesore sobre el mejor tratamiento de acuerdo con la propia historia clínica. Al final, éstas son sólo algunas opciones, antes de recurrir a la cirugía.
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