Por: Dr. Ezequiel López Peralta
¿Me controlaré esta vez? ¿Llegaré al orgasmo? ¿Lograré gustarle a mi pareja? ¿Haré el ridículo de nuevo? ¿Manejaré mi angustia y mis pensamientos negativos?
Algunos ejemplos de pensamientos automáticos que quizás hayan dado vueltas por tu cabeza alguna vez, y que reflejan el temor a fracasar en las relaciones sexuales.
El temor a no cumplir con lo esperado, es decir las expectativas propias y ajenas, puede ser un pensamiento pasajero pero también una obsesión. Algunas personas, más frecuentemente en el caso de los hombres, viven su sexualidad como un examen permanente que no les permite disfrutar, precisamente por centrarse en el hecho de cumplir con lo establecido. ¿Qué es lo establecido? En esta cultura que sobrevalora el rendimiento sexual, los hombres no podemos fallar, y nuestro pene debe estar siempre listo para satisfacer a la pareja tanto en rigidez, tamaño y duración. Las mujeres tienen también la “tarea” de excitarse rápido, alcanzar muchos orgasmos, y por supuesto ser sensuales y muy bellas. Nada sencillo.
No quiero parecer repetitivo, ya que en este espacio siempre vuelvo sobre este tema, pero el sexo no es una competencia. Esa misma sensación es la que hace que un encuentro sexual pierda sentido.
¿Qué hacemos cuando estos miedos toman el control de la escena sexual, y no los podemos manejar?
Intenta relajarte: Los ejercicios de respiración profunda son buenos para aflojar tus músculos tensionados y facilitar que los pensamientos pasen de largo y se vayan.
Quita la presión: Puedes proponerle a tu pareja un encuentro de caricias, besos y juegos sin llegar al coito, que es la situación que te produce más temor a equivocarte y no rendir de acuerdo a lo esperado.
Habla con tu pareja: No tengas miedo a comentarle lo que te sucede, y quizás ese mismo hecho te alivie y te quite presión.
Utiliza tus fantasías: Coloca pensamientos eróticos en tu mente, los más excitantes, en el mismo momento del encuentro sexual, como una manera de distraer a esas frases negativas que te desconectan del placer.
Pide ayuda: Si por tus medios no puedes manejar el miedo a fracasar y las cosas no mejoran, consulta a un sexólogo clínico certificado.