La búsqueda del placer y el rechazo del dolor

Todos intentamos conseguir felicidad y evitar los malos momentos y engaños.
Hay que tener claro que la vida te presenta momentos de todo tipo, y todos ellos sirven para que aprendas de ellos y llegues a ser mejor persona.
En el medio natural puedes observar cómo las personas sienten una poderosa atracción por aquello que les proporciona bienestar, mientras que evitan todo aquello que les suscita dolor.
Así en diferentes momentos parecen experimentar una gran curiosidad por su entorno y un deseo de disfrutar, jugar, coquetear con la vida, y al momento siguiente parecen asustados, agresivos y temerosos de su seguridad.
Vamos a analizar este tema en profundidad, es muy interesante y te ayudará en tu superación personal, ¡Sígueme y no te pierdas ni una coma!.


Freud utilizó el término pulsión para definir aquella energía que todos poseemos y nos impulsa a la acción, para ello definió entre:

La pulsión de vida:
Es la encargada de garantizar nuestra supervivencia, e incluye el deseo de construirnos, relacionarnos con los demás.
Es la energía que nos lleva directamente al amor.
La pulsión de muerte:
Manifiesta la fuerza contraria, porque queda representada por el deseo de perjudicar a los que nos rodean y a Nosotros mismos, dicho de otra manera es la energía que nos lleva al odio.
Cuando analizamos las emociones básicas, vemos cómo las mismas pueden ser fácilmente clasificables en estos dos grandes grupos:
Atracción por aquello que produce placer, que su máximo exponente sería el amor.
Rechazo de aquello que provoca sufrimiento, que su máximo exponente sería el miedo.
La pulsión de muerte podría ser analizada desde otra perspectiva, como una alteración de respuestas normales de satisfacción del deseo y evitación del dolor.

El ser humano orientará sus comportamientos de manera positiva, con el fin de alcanzar aquello que le permita construirse y relacionarse con los demás de forma saludable.

En principio el miedo sólo está ahí para alertarnos sobre una posible pérdida de bienestar.
Por ejemplo:

La persona que ha tenido una mala ruptura de pareja, y a partir de ahí ya no se siente segura para poder iniciar otra relación formal, porque piensa que este tipo de relaciones acaban saliendo mal, debido a que hace continuas comparaciones con su experiencia negativa y eso no le deja volver a empezar.
O quien se niega a visitar un país o región, porque le dicen que no son lugares seguros.
Eso provoca que genere una idea negativa y en muchos casos no buscan segundas opiniones o información fidedigna al respecto, sino que creen una sola postura.
O los que dicen “tengo mucho miedo a salir de noche”, porque piensan que les van a robar, sí hay lugares con serios conflictos no me refiero a estos sitios, lo digo por sitios que no tienen tanta delincuencia.
Siempre estamos propensos a sufrir un robo en cualquier parte del mundo, pero si no es una zona de conflicto, ¿Por qué perder la oportunidad de vivir una nueva experiencia?.
Con el tiempo la alerta ante la posibilidad de experimentar dolor se hace cada vez más fuerte.

En nuestro camino descubrimos que no siempre podemos obtener aquello que deseamos, comprobamos que la emoción positiva no es perdurable en el tiempo y que a ciclos de placer acompañan momentos de dolor y pérdida.

Al final estas personas se sienten terriblemente asustadas, tanto que empiezan a pensar que experimentar placer no compensa si va acompañado de la emoción del dolor.
Así, al descubrir que la a emoción positiva sigue otra de naturaleza contraria, sienten algo intenso que es el miedo.

Te voy dejar unas reflexiones que aprendí de Natalya Sylvia Ramos Díaz, y que te van a ayudar a superar esos temores de enfrentar situaciones, la mayoría de ellas debido a que se ha vivido una previa mala experiencia, son estas:

En situaciones de este tipo, la emoción experimentada podría generar una clase de pensamientos relacionados con la historia personal del individuo.


A su vez, estos pensamientos son el desencadenante de emociones que pueden ser de naturaleza diferente a las originadas por la situación inicial.
Aquellas personas que padecen miedo intenso a situaciones sociales, dejan de relacionarse con otras personas incluso a pesar de su deseo de proximidad.
En estas situaciones el individuo cree estar evitando el dolor, pero lo que realmente evita es el placer.
El problema es que cuando evitamos el placer nos convertimos en seres autodestructivos, llevamos a cabo acciones que nos impiden alcanzar nuestro bienestar.
En este preciso momento se manifiesta la pulsación de muerte.
Espero que te haya sido útil este artículo de superación personal, empieza a poner en práctica lo que has aprendido desde YA, y no te lo pienses más, porque si lo dejas para luego, ya no lo harás y habrás perdido el tiempo.
Por tanto el momento de ponerse manos a la obra es AHORA.

http://cambiayayudate.com/blog/busqueda-placer-rechazo-dolor-superacion-personal.html#more-4640