Cuando te rechazan en aquello a lo que aspiras tienes dos opciones, en resumidas cuentas:
Abandonar y pasar a otra historia.
O intentarlo de nuevo, poniendo mucho más empeño.
En bastantes ocasiones nos enfrentamos a este dilema. ¿Qué haces después de que alguien considera que no estás a la altura? ¿O que “no das el perfil“? (Frase más diplomática.)
Si te rechazan y tú tienes otras oportunidades en perspectiva, no es tan grave.
Cuando sienta peor es cuando has invertido lo mejor de ti, cuando tienes unas ganas locas de que te digan “¡Sí!” y te dan un “No” que se te clava en el alma.
¿Cómo que no?
Después de encajar el rechazo tienes la opción de asumir una postura rebelde: ¿Cómo que no?
Te armas de coraje, te remangas y echas el resto.
Como hizo la joven Stefani Germanotta, cuando en 2006, tras mucha preparación musical a sus espaldas, firmó con una compañía discográfica. Y ésta, tres meses más tarde, la mandó a paseo por su estilo tan “raro”.
Pero la tozuda Stefani no estaba dispuesta a tirar por la borda sus aspiraciones.
Trabajó duro y se puso a experimentar con nuevos sonidos, hasta que llamó la atención de los críticos, de la gente de a pie y de una nueva compañía discográfica. Desde entonces, todos la conocemos como Lady Gaga.
En su caso, el rechazo inicial la llevó a encontrar un estilo que rindió el mundo a sus pies. Nos lo cuentan en 99U, como ejemplo famoso de un estudio que sostiene que el rechazo puede hacernos más creativos.
Lo mismo podría decirse de todos esos genios y artistas conocidos que triunfaron después de haber sido rechazados en sus comienzos. No son pocos. Por suerte para nosotros, se remangaron.
Lo vemos en muchos casos: el rechazo puede ser un revulsivo para conseguir lo que deseas. Depende de cómo te lo tomes.
¿Nos lo tomamos como Lady Gaga? A mí me inspira. Eso sí, me decanto por un look menos llamativo.
http://tusbuenosmomentos.com/2012/11/rechazo-volver-con-fuerza/