¿Sabes cuáles son los efectos que produce la meditación sobre enfermedades como el cáncer? Los beneficios que ofrece la meditación son extraordinarios para alcanzar y disfrutar de bienestar emocional, un equilibrio idóneo entre lo psíquico y lo físico para ver la vida de otra manera.
Cualquier persona puede aprender y practicar la meditación, el único requisito para disfrutar de sus beneficios es disponer de tiempo y compromiso para ejercitarlo
Meditación como alivio para la enfermedad
La meditación puede aliviar el dolor que producen diversas enfermedades, en algunos casos, incluso afirman que puede ayudar a la sanación de éstas ya que la calma y la mentalidad positiva son claves para una buena recuperación y la calidad de vida.
Cáncer: Según el Dr. Weiss la meditación ayuda a activar el sistema inmune, combatir la depresión y el dolor que provoca pasar por este proceso.
Enfermedades Cardiovasculares: Seguro que has escuchado en más de una ocasión los beneficios que produce la meditación en enfermedades cardiovasculares ya que ésta, en sí misma, es un excelente método preventivo y como tratamiento para mitigar la taquicardia, las arritmias, la hipertensión, etc.
Enfermedades gastrointestinales: Muchas de estos problemas están provocados por el estrés y la ansiedad, la meditación sería tanto preventivo como un tratamiento idóneo para subsanar las molestias de las gastritis, la úlcera de estómago o el ardor.
La meditación sería absolutamente beneficiosa para aquellas personas que sufren de insomnio, enfermedades físicas dolorosas, durante y después del embarazo, etc.
Beneficios psicológicos de la meditación
La meditación es aprender a paralizar el flujo del pensamiento y poder desconectar, alcanzar la relajación y ésta, finalmente, favorece estados mentales positivos como los que describe el Dr. Weiss, amabilidad, amor, tolerancia, compasión y paciencia.
Estos estados mentales derivarían en sentimientos de felicidad y calma que en palabras del Dr. Weiss “ayuda a curar síntomas del estrés agudo, sentimientos de pérdida, soledad, dolor, frustración, ira, desesperación e incluso el miedo ante la muerte inminente”.
Hay enfermedades mentales que dificultan alcanzar la meditación como sería la depresión (no confundir con tristeza o melancolía), ya que uno de los síntomas es la dificultad para concentrarse. No estaría contraindicada, ni mucho menos, pero sí podría encontrar mayor dificultad para practicarla y, la meditación favorece la atención.
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